Recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS) reveló que el cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo; en 2015 ocasionó 8,8 millones de defunciones.
Se ha comprobado que hasta una tercera parte de las muertes por cáncer están relacionadas estrechamente con la obesidad y el estilo de vida sedentario y el cáncer de mama no es la excepción.
Según Alejandro Sarmiento, Líder Científico de Bodytech afirma que “Las mujeres que realizan actividad física regularmente tienen un riesgo menor de padecerlo (entre un 20 y un 30 por ciento) que las mujeres sedentarias. El ejercicio regula las cantidades de hormonas -como los estrógenos y la insulina- que en altas cantidades son factores relacionados con la enfermedad”.
La realización de un programa de entrenamiento que se ajuste a las necesidades y características de cada mujer es una buena opción para tomar control o prevenir esta enfermedad.
De acuerdo con Sarmiento, al empezar con una rutina de ejercicios siempre obtendrá un beneficio para la salud, inclusive una persona con cáncer en etapa avanzada mejorará la funcionalidad y el estado de ánimo. Eso sí, debe mantener una intensidad moderada en los ejercicios cardiovasculares y de fuerza, mientras que el trabajo de flexibilidad se debe realizar según el nivel de tolerancia de cada persona.
La nutrición también es importante para mantener un sistema inmune fuerte. Por eso Sandra Pérez, nutricionista de BODYTECH recomienda complementar el ejercicio con hábitos alimenticios más saludables como:
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