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SEXO

Publicado 9 marzo, 2018

Sexo anal: Por qué es peligroso mezclarlo con otras prácticas

Muchas parejas obtienen placer de alguna forma de «estimulación inferior» pero conlleva considerables riesgos para la salud, así que asegúrate de leer estos consejos cuidadosamente.

El sexo anal significa actividad sexual que involucra la parte inferior, en particular, el tipo de relación sexual en la que el pene entra al ano.

Ahora se sabe que el sexo anal conlleva algunos riesgos para la salud, así que lee nuestros consejos cuidadosamente. Por otro lado, un buen número de parejas (tanto heterosexuales como homosexuales) consideran que esta actividad es muy divertida.

Nuestra impresión es que durante el siglo XXI el sexo anal se ha vuelto más común en parejas heterosexuales, en parte porque han visto porno en el que esta actividad ocurre con tanta frecuencia.

Un pequeño estudio ha sugerido que en el Reino Unido, alrededor del 20 por ciento de los DVD pornográficos presentan relaciones sexuales rectales. A menudo, se presenta como algo rutinario e indoloro para las mujeres. En la vida real, este no es el caso. El coito anal a menudo es muy doloroso para las mujeres, especialmente las primeras veces si no se practica con cuidado.

¿El sexo anal es seguro?

Hay una serie de riesgos para la salud con el sexo anal, y el coito anal es la forma más riesgosa de actividad sexual por varias razones, incluidas las siguientes:

  • El ano carece de la lubricación natural que tiene la vagina. La penetración puede rasgar el tejido dentro del ano, permitiendo que bacterias y virus ingresen al torrente sanguíneo. Esto puede provocar la propagación de infecciones de transmisión sexual, incluido el VIH. Los estudios han sugerido que la exposición anal al VIH representa 30 veces más riesgo para el compañero receptivo que la exposición vaginal. La exposición al virus del papiloma humano (VPH) también puede conducir al desarrollo de las verrugas anales y el cáncer anal. Usar lubricantes puede ayudar a algunos, pero no evita por completo el desgarro.
  • El tejido dentro del ano no está tan bien protegido como la piel fuera del ano. Nuestro tejido externo tiene capas de células muertas que sirven como barrera protectora contra las infecciones. El tejido dentro del ano no tiene esta protección natural, lo que lo hace vulnerable al desgarro y la propagación de la infección.
  • El ano fue diseñado para contener heces. El ano está rodeado por un músculo en forma de anillo, llamado esfínter anal, que se tensa después de defecar. Cuando el músculo está tenso, la penetración anal puede ser dolorosa y difícil. El sexo anal repetitivo puede provocar un debilitamiento del esfínter anal, lo que dificulta la retención de las heces hasta que pueda llegar al baño. Sin embargo, los ejercicios de Kegel para fortalecer el esfínter pueden ayudar a prevenir este problema o corregirlo.
  • El ano está lleno de bacterias. Incluso si ambas parejas no tienen una infección o enfermedad de transmisión sexual, las bacterias normalmente en el ano pueden infectar potencialmente a la pareja que da. Practicar sexo vaginal después del sexo anal también puede provocar infecciones vaginales y del tracto urinario.
  • El sexo anal también puede conllevar otros riesgos. El contacto oral con el ano puede poner a ambas parejas en riesgo de hepatitis, herpes, VPH y otras infecciones. Para las parejas heterosexuales, el embarazo puede ocurrir si el semen se deposita cerca de la abertura de la vagina.
  • Aunque las lesiones graves del sexo anal no son comunes, pueden ocurrir. El sangrado después del sexo anal podría deberse a una hemorroide o rasgadura, o algo más grave, como una perforación (orificio) en el colon. Este es un problema peligroso que requiere atención médica inmediata. El tratamiento implica una hospitalización, cirugía y antibióticos para prevenir la infección.

Previniendo problemas de sexo anal

La única forma de evitar por completo los riesgos sexuales anales es abstenerse del sexo anal. Si participas en el sexo anal, siempre es importante usar un condón para protegerte contra la propagación de infecciones y enfermedades.

Los siguientes son más consejos para aumentar la seguridad del sexo anal:

  • Evita insertar el pene en la boca o la vagina después de haber sido insertado en el ano hasta que tu pareja se ponga un condón nuevo.
  • Usa abundante lubricante para reducir el riesgo de roturas de tejido. Con los condones de látex, usa siempre un lubricante a base de agua.
  • Relájate antes de la inserción del pene para ayudar a reducir el riesgo de desgarros. Tomar un baño tibio antes del sexo anal o acostarse sobre su estómago puede facilitar la inserción.
  • Detente si el sexo anal es doloroso.
  • Si experimentas sangrado luego de tener relaciones sexuales anales o nota llagas o bultos alrededor del ano o una secreción que sale de él, consulte a su médico lo antes posible.

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