Te traemos un fácil cheesecake de fresa que no necesita hornearse. Realmente espectacular, ya que es muy fácil de preparar, y su presentación es bellísima. Es ideal para consentir a tu mamá en su día especial, sin esforzarte tanto en la cocina.
INGREDIENTES:
PREPARACIÓN:
Engrasa un molde desmontable de 20 cm con aceite vegetal y forra la base con papel parafinado
Coloca las galletas dulces en una bolsa, saca todo el aire y cierra. Tritúralas con un rodillo hasta que se reduzcan a migas.
Agrega la mantequilla derretida a las migas de galleta y la canela, y mezcla bien hasta que parezca arena húmeda. Presiona la mezcla en el fondo del molde. Enfría en la nevera durante 30 minutos.
Pica 150 gramos de las fresas por la mitad y distribúyelas alrededor del borde del molde preparado. Pica el resto en trozos pequeños.
Derrite el chocolate blanco a baño María, o en un microondas.
Bate el queso crema, la vainilla, la ralladura de limón y la miel en un tazón. Agrega las fresas picadas. En otro tazón, bate la crema de leche hasta que se formen picos suaves.
Incorpora el chocolate derretido a la mezcla de queso crema, seguido de la crema de leche batida. Agrega más miel a gusto.
Vierte el relleno en el molde, teniendo cuidado de no mover las fresas del borde. Nivela con una espátula o el dorso de una cuchara, cubre con film transparente y enfría durante la noche hasta que esté firme.
Retira con cuidado el cheesecake del molde y colócala en un plato para servir. Decora con las fresas cortadas a la mitad.
Mediaslunas de dátiles y nueces