DE LA DIRECTORA

Ya estamos a pocos días de cerrar un año más, en el que las vivencias y experiencias nos dejan grandes aprendizajes. Por esto mi sugerencia a ti que me lees es que aproveches este instante para atesorar todo aquello que puedas utilizar como herramienta para lo que viene en el nuevo año. También te sugiero hacer el cierre del año que acaba, y agradecer a Dios por lo vivido y lo aprendido. En mi caso siento en mi corazón que 2018 será un gran año en el cual viviré momentos de infinita paz, felicidad y profundo amor.

En mi reflexión y evaluación de cierre de 2017, veo que mi gran aprendizaje fue comprobar una vez más que la vida es hermosa en la medida en que uno mismo lo crea así. Que las cosas pasan por una razón poderosa que viene del cielo. Y que, aunque nosotros los humanos deseemos algo, eso debe venir acompañado de un apoyo del universo. Para lograrlo, primero debemos soltar todo aquello que nos ata a sufrir, todo aquello que nos quita la paz y confiar en que lo que viene es grande y que Dios sabe qué es lo mejor para ti y el tiempo perfecto para tenerlo. Que forzar que algo suceda no es válido, que aquello que te quita paz no es duradero. Que lo que te permite crecer es superar los miedos y saber que para vivir el amor no necesitas sufrir ni pagar con dolor lo que mereces por decisión divina. Que amarte a ti mismo te permite tomar las decisiones acertadas y expresar lo que sientes abiertamente.

Te invito a que abras tu corazón para recibir el amor y tener presente que Dios sabe los caminos a través de los cuales debe llegar. Agradece desde ya por las bendiciones recibidas en 2017 y por las que vas a recibir en 2018. No te olvides nunca de orar y visualizar cómo quieres tu vida a partir de este instante hacia adelante. Lo que pasó, pasó, y lo importante es creer en ti, en lo hermoso que eres cuando te miras en el espejo del Padre Celestial, cuando pones en sus manos lo que te preocupa y te ocupas de hacer lo necesario para transformar lo que no te gusta, mirando dentro de ti para sanarlo, y de esa manera, eso que no te gustaba cambie mágicamente en tu mundo exterior.

Tres acciones para terminar este año: creer, amar y entregar lo mejor de ti siempre.

Mis más profundos deseos para que vivas una espléndida época de Navidad llena de amor, paz y felicidad, y desde mi corazón agradecido, te sugiero que dediques las próximas horas, minutos y segundos de tu existencia para agradecer que tienes por delante un mundo maravilloso, donde tú eres el creador de lo que quieres vivir y experimentar. Nada es bueno o malo, lo que decidas es, y que sea lo que te haga sentir plenitud.
Gracias por acompañarnos en estos 365 días, por abrir las puertas de tu hogar y permitirnos tocar tu corazón con nuestra presencia cada mes. Ten presente siempre que eres alguien muy importante para esta familia Actual. ¡Feliz Navidad y un nuevo año maravilloso!

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