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DE LA DIRECTORA

Publicado 7 marzo, 2018

Edición 140 FEBRERO de 2018 – ESFUERZO SIN RESISTENCIA

Fotografía: Harry Nuñez

Vestuario: Naf Naf

Peinado y Maquillaje: Nidia F. Belleza Integral

“Un ser integral conoce sin viajar, ve sin mirar y realiza sin hacer”.

                                             Lao-Tse

Desde que tengo uso de razón, escuché que debíamos esforzarnos siempre para lograr lo que deseamos en nuestra vida. Y ahora entiendo que el esfuerzo debe ser sin resistencia, que debemos ver los obstáculos como oportunidades.

Este título tiene un significado muy profundo y tiene que ver con algo que quiero contarte hoy: algo que he puesto en práctica en el último mes y los resultados que he obtenido al hacerlo.

Desde que tengo uso de razón, escuché que debíamos esforzarnos siempre para lograr lo que deseamos en nuestra vida. Y ahora entiendo que el esfuerzo debe ser sin resistencia, que debemos ver los obstáculos con una actitud de cero luchas, que hay que verlos como oportunidades, mas no podemos resistirnos a ellos para no atrancar el fluir de nuestra vida. ¿Para qué llega esto a mi vida? Y de ahí en adelante superarlos y aceptar el momento tal cual es.

Hoy, con mi conciencia presente, he descubierto que no hay que forzar nada, que lo que hay que hacer es fluir con el universo y lograr la liberación de conflictos en este fluir.

En el libro ‘Las siete leyes espirituales del éxito’, Chopra nos dice que la inteligencia de la naturaleza funciona con toda facilidad, con despreocupación, con armonía y con amor. Que si aprovechamos las fuerzas de la armonía, la alegría y el amor, creamos éxito y buena fortuna con gran facilidad. No es bueno alzarse rígido como un gran roble que se agrieta y sucumbe a la tempestad; al contrario, debemos tratar de ser flexibles como la caña que se dobla en la tormenta y sobrevive. Lo que he traducido en vivir sin luchas, sin dramas, sin quejas y sin rabias.

Confieso que no es sencillo. Hay que vivir asumiendo una actitud no defensiva y renunciar a la necesidad de convencer o persuadir a los demás de que mi punto de vista es el correcto. No es fácil lograrlo por el bombardeo constante y el ruido que hacen los que siempre quieren tener la razón.

Hoy mi invitación para ti que me lees es que te preguntes: ¿cuánta energía desperdicias cada día tratando de convencer a los que te rodean de que tienes la razón? ¿Cómo se sienten tu cuerpo y tu alma viviendo con esta actitud defensiva?

Yo estoy practicando esta ley y he logrado una paz, una armonía y una plenitud interior increíble. El antes y el después me muestran una diferencia enorme, entre vivir defendiendo mi verdad y vivir entendiendo que el otro aún no ve lo que yo estoy viendo. Y que cuando suelto el control de querer tener la razón, todo fluye y la vida se vuelve una fiesta permanente de alegría, felicidad y bienestar.

Me quedo practicando la aceptación, hoy decido no juzgar nada de lo que sucede en mi vida. Aceptaré a las personas, las situaciones, las circunstancias y lo que sucede tal como se presenta.  He decidido dejar de luchar contra el universo y recibir lo que llega como es y no como me gustaría que fuera.

Para finalizar, quiero enviarte un deseo profundo por tu felicidad, tu alegría y tu bienestar. Y aportar a tu vida con mi experiencia una reflexión para que tomes de ella lo que te pueda servir y, lo que no, déjalo ir.

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