El pasado mes de diciembre, las redes sociales de la ciudad y el país convulsionaron con las imágenes de un graduando de la Universidad del Atlántico que recibió su título luciendo una máscara de marimonda. Entre diversas opiniones, los medios replicaron la noticia reduciéndola a una simple anécdota. Aquí le contaremos la historia de Germán Yamit García y lo que está detrás de esa máscara, algo que en definitiva va más allá que un mero acto de irreverencia.
Por John William Archbold
Después de recibir su título como maestro en artes plásticas, Germán García se fue a la casa de su madre en compañía de su esposa y su hija para disfrutar de una cena que le habían organizado. No tenía la más mínima intención de celebrar su grado de un modo estrepitoso, para él ese momento era algo íntimo y solo deseaba estar al lado de su familia. No podía imaginar que mientras él comía un arroz con coco con carne ‘pullá’, miles de personas estaban viendo el video en el que recibía su diploma, y que ese acto que imaginó tan propio, estaba convirtiéndose en la sensación del momento en el ciberespacio: “A mí la que me avisó fue mi cuñada. Ella fue quien nos escribió para decirnos que el video se había viralizado, que estaba en los principales portales de Internet y que incluso lo habían publicado en la página oficial de Carnaval S.A. y ya sumaba 60.000 reproducciones. Cuando revisé mis redes, ya hasta habían hecho memes con las imágenes”.
Cuando Germán llegó a su casa, empezó a visitar las páginas en las que estaba el video y observó los comentarios. Le causaron mucha gracia aquellos que lo descalificaban, señalando su acto como una payasada, una falta de respeto o un atentado contra el protocolo. A pesar de lo enérgicos que eran muchos de estos, Germán no se sintió afectado. Como artista plástico, tiene suficientemente claro que las puestas en escena no siempre son fácilmente interpretadas.
En la entrada de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico, lugar donde trabaja como profesor de artes plásticas, Germán luce una camiseta negra con el torso de “Hulk” pintado a mano; los relieves están proyectados de tal forma que parecen marcar los surcos de un abdomen cuadriculado que, en una vista rápida, crean la ilusión de pertenecer a quien la luce, por mucho que su abdomen sobresalga generosamente. En ese momento Germán saca de una caja la máscara de marimonda con la que se graduó: tiene la nariz blanca, una boca y unos ojos rojos, mientras toda la cara esta forrada por un azul reluciente. En la frente tiene una enorme “M”, también de color blanco. Esta máscara va acompañada de un escudo que parece idéntico al del “Capitán América”, pero cuando lo observo mejor, me doy cuenta de que la estrella del centro tiene ocho puntas, en lugar de cinco.
–¿Tú has pillado que los colores del Capitán América son los mismos del Junior? –me pregunta mientras desliza la máscara sobre su cabeza.
El “Capitán Mondiú” es sólo uno de los muchos personajes que ha creado Germán, inspirado en el disfraz de la marimonda. Sus creaciones son una serie de aleaciones que combinan las características de este disfraz con arquetipos cercanos y muy distantes. Son una nueva raza de superhéroes, cuyas características responden a las habilidades que les han asignado. Este fue su trabajo de grado, con el cual no solo logró obtener su título, sino que además le valió una calificación meritoria del jurado. Germán cita al antropólogo argentino Néstor García Canclini para explicar la base epistemológica de su obra: “Los que nacimos a finales de los 70 y principios de los 80 somos híbridos culturales porque crecimos bajo la influencia de la globalización de los medios de comunicación. Esto hace que en nuestra cultura popular estén infiltrados mensajes y códigos que ya no son los nuestros, sino que vienen de las culturas dominantes. Pero nuestras estructuras originales sobreviven, persisten, y entran a convivir e incluso a fusionarse con todas las que vienen del exterior, y así nacen nuevos códigos que son híbridos, entre lo propio y lo foráneo”.
La primera creación de Germán en esta línea fueron los “Marimonda Rangers” un homenaje personal a Jack Guzmán, un actor de origen barranquillero que en el año 2002 interpretó a uno de los Power Rangers en la icónica serie norteamericana. Posterior a ello vinieron los Marimonda Wars, inspirados en la saga Star Wars, y de la que surgieron una serie de imágenes que siguen siendo de las más populares en su línea de camisetas. Germán escogió los superhéroes como vehículo, no solo por la gran afinidad que siente hacia estos, sino porque tradicionalmente han sido entidades que contienen los valores e ideales de una sociedad, y en este caso, tienen una labor muy importante: recrear nuestra cultura costeña.
“Si tú analizas los superhéroes, son armaduras que logran extraer y resaltar lo mejor de quiénes lo llevan y ponerlo al servicio de los demás. Eso fue lo que quise hacer yo cuando recibí mi diploma con la máscara de marimonda. Lo que yo quería era hacerle un homenaje a mi creación, a este personaje, que a la larga no es más que otra versión de mí mismo. Soy yo. Era lo único que podía hacer; fue mi modo de convertirme en mi propio héroe, de hacer mi contribución para que reconozcamos algo tan nuestro, valioso y digno como la marimonda, por eso me alegra mucho que el performance se haya hecho público. La seguiré difundiendo porque es parte de mi obra”.
Germán ha creado a partir de sus trabajos una línea de camisetas y afiches, lo que demuestra que el carnaval, además de un motivo de diversión y jolgorio, es una inagotable fuente de creatividad y emprendimiento: “El carnaval, más allá del momento de esparcimiento, es una historia tras bambalinas, y esos elementos no deben reducirse a unas imágenes que apreciamos durante un desfile. Detrás hay toda una semiótica que debemos valorar. Por eso es importante que reinventemos el carnaval y saquemos adelante nuestros proyectos y propuestas”.