La incombustible banda británica The Rolling Stones hizo historia en la noche de este martes en el estadio Centenario de Montevideo, un lugar ya emblemático de por sí, con su primera actuación en Uruguay, en la cual unos 55.000 fans pudieron cantar a coro los temas más populares del grupo. La inconfundible voz de Mick Jagger y sus sensuales movimientos de cadera, las guitarras de Ron Wood y Keith Richards -que cantó un par de temas en una especie de interludio del espectáculo- y el hierático batería Charlie Watts, cautivaron a un público al que se metieron en el bolsillo desde el primer minuto.
Con la única iluminación del imponente escenario dispuesto sobre el césped del Centenario, las gradas del estadio se llenaron de los centelleantes flashes de los teléfonos móviles del público, que no quería perderse la oportunidad de capturar el comienzo de un momento inédito y que arrancó al son de «Start me Up». Si de algo saben «sus satánicas majestades» es de cómo cautivar a su audiencia, manejar los ritmos del espectáculo y hacer lo que llevan haciendo desde hace décadas; tocar su electrizante rock and roll sin perder un ápice de energía en su presentación, que deleitó durante más de dos horas a las miles de almas que abarrotaron el estadio.
Temas que ya forman parte de la historia de la música como «Simpathy for the Devil», «Honky tonk Women» o «Paint it Black» se sucedieron en una plácida y calurosa noche de verano austral en la capital uruguaya, en la que como teloneros de los británicos actuaron los locales Boomerang. Además de su música, los Rolling Stones poseen el magnetismo típico de las grandes estrellas -ese que se percibe al ver que disfrutan con lo que hacen a pesar del paso de los años- y el carisma que los hace ser aclamados allá por donde pasan.
«Sus satánicas majestades» pusieron el Centenario a sus pies con varios guiños dirigidos al pueblo uruguayo y se ganaron sus aplausos con referencias al fútbol -uno de los temas más populares por estas tierras- y a un icono de la cultura rioplatense como es Carlos Gardel. En un momento dado, Jagger apareció en el escenario con una camiseta firmada por el delantero del Barcelona y máxima figura de la Celeste, Luis Suárez, y agradeció, con su particular español, el obsequio del deportista. Asimismo, en otro gesto cómplice hacia los uruguayos, Jagger preguntó al público de dónde era Gardel -sobre el que existe el debate de si nació en Touluse (Francia) o en Tacuarembó (Uruguay)- logrando una respuesta unísona.
Canciones como «Gimme shelter» y «Jumpin’ jack flash» fueron otras de las incluidas en el repertorio que la banda británica interpretó en su concierto en Uruguay, una de las paradas de su gira «América Latina Olé Tour», la cual seguirá en Río de Janeiro. Jagger y compañía -que fueron nombrados Visitantes Ilustres de Montevideo- escribieron a fuego su nombre en el estadio que albergó el primer Mundial de fútbol de la historia con este concierto, el cual cerraron con la mítica «Satisfaction». Quizá algún espectador melancólico echó en falta alguna canción como «Angie», pero como dice uno de los últimos temas que interpretaron en su inédito espectáculo en Uruguay, «You can’t always get what you want».