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Publicado 1 octubre, 2025
Preocupación vecinal por la mudanza del príncipe William y Kate Middleton a Forest Lodge
La próxima mudanza del príncipe William y la princesa Kate Middleton a Forest Lodge, una exclusiva propiedad georgiana ubicada en Windsor Great Park, ha generado una ola de inconformidad entre vecinos y usuarios habituales del lugar
La residencia, que se convertirá en el nuevo hogar de los príncipes de Gales antes de que finalice 2025, estará rodeada de un amplio dispositivo de seguridad que limitará el acceso público a zonas tradicionalmente abiertas.
Foto: Getty Images
Forest Lodge, una mansión de ocho habitaciones con amplios jardines y gran valor histórico, reemplazará a Adelaide Cottage como residencia principal de la pareja y sus hijos. Aunque la noticia inicialmente fue bien recibida por algunos habitantes de la zona, las implicaciones en materia de seguridad despertaron un clima de tensión creciente.
Según reportes locales, se establecerá una zona de exclusión de aproximadamente 150 acres, lo que implicará cerrar caminos utilizados durante décadas para caminar, pasear perros o realizar actividades recreativas. El cierre afectará también accesos como la entrada de Cranbourne Gate, generando molestias entre quienes pagan membresías o permisos para transitar por el parque.
Algunos residentes calificaron la medida como “un golpe bajo” y expresaron sentirse desplazados de espacios que consideraban parte de su cotidianidad. Varios vecinos manifestaron que no fueron consultados sobre las restricciones y que la reestructuración del área se ha manejado con hermetismo.
Mientras tanto, se han instalado vallas, cámaras de seguridad y barreras vegetales para garantizar privacidad y restringir la visibilidad hacia la propiedad. También se han reubicado algunas viviendas y estacionamientos cercanos para ampliar el perímetro de protección
A pesar del malestar, hay quienes ven aspectos positivos en la llegada de los príncipes. Parte de la comunidad espera que la presencia de William y Kate pueda traducirse en mejoras de infraestructura, mayor vigilancia en el parque y promoción turística del área.
La decisión de mudarse responde, según fuentes cercanas a la familia real, al deseo de ofrecer un entorno más tranquilo a sus hijos —George, Charlotte y Louis— y consolidar un hogar de largo plazo en una ubicación estratégica. Forest Lodge, además de su historia y belleza, ofrece proximidad al castillo de Windsor y mayor privacidad que su residencia actual.
Hasta el momento, la Casa Real no ha emitido declaraciones sobre las quejas de los vecinos. Sin embargo, se ha insistido en que las medidas adoptadas responden a protocolos oficiales de seguridad y no a decisiones personales del matrimonio.
