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Publicado 2 diciembre, 2022
Personaje
Paola Andrea Gutiérrez, diseñadora de modas:
Elegancia que se expresa a través del color y las texturas
Revista Actual conversó con este talento barranquillero del diseño de modas de amplia trayectoria internacional.
Estudio diseño de modas en el Instituto Europeo de Diseño de Barcelona, España. En la misma ciudad cursó un posgrado en Administración de Diseño en el BAU Centro Universitario de Artes y Diseño de Barcelona, y en IFA París obtuvo su título como máster en Arte y Diseño de Moda Contemporáneo.
Paola posee una visión artística cultivada por su experiencia en el mundo de las casas de lujo de la moda francesa: Pierre Balmain, Martrin Margiela y Loris Azzaro. También pinta y ha trabajado en diseño de vestuario para cine y teatro.
Actualmente trabaja en Nueva York como diseñadora y consultora para grandes marcas de moda.
¿De dónde nace tu amor por la moda y cómo recuerdas ese primer acercamiento a ella?
Mi abuela hacía juguetes y ropa para juguetes, y desde muy pequeña iba al estudio donde estaban todos los materiales con sus texturas, colores, formas, y todo eso me gustaba mucho.
¿Cuándo supiste que te querías dedicar a la moda y el diseño?
La moda es una pasión que comenzó desde muy pequeña y ha estado siempre presente en mí. Lo mismo el arte y el diseño, así que desde temprana edad sabía que aquí estaba mi camino.
A los 17 años, una vez me gradué del colegio en Barranquilla, me fui a vivir a Barcelona para cursar mis estudios universitarios en diseño de modas en el Instituto Europeo de Diseño IED. Allí estuve por ocho años y además de estudiar, tuve la oportunidad hacer mis primeros trabajos.
¿Cómo fueron esos años en Europa?
Después de estudiar y trabajar en Barcelona llegué a París para realizar un máster en artes para alta costura. Al terminar mis estudios obtuve el reconocimiento Le Prix Dauphine, el cual premia los nuevos talentos del diseño y que me abrió muchísimo el camino para entrar a trabajar en las grandes casas alta costura, pues realmente no es algo fácil de conseguir, especialmente al no ser francesa.
Durante los siete años que estuve en París tuve la oportunidad de trabajar para tres grandes marcas de alta costura: Azzaro, Balmain y Maison Margiela. Con cada marca puede trabajar en diferentes periodos dentro de sus estudios de diseño. Con Azzaro trabajé en diseño prêt-à-porter tanto para hombre, como para mujer; con Balmain trabajé en la creación de gráficos y bordados; y con Maison Margiela, en el diseño de bordados y experimentación de texturas.
Estando allí, y después ganar un estímulo del gobierno francés para emprendedores, con un par de amigos desarrollamos la marca Maison BO de joyería olfativa, con un concepto novedoso en el que creamos una piedra que guarda el aroma del perfume por 24 horas. Todas las piezas incluyen en sus diseños esta piedra y es una marca que todavía está activa a nivel internacional.
¿Qué fue lo más importante que aprendiste al trabajar para estas grandes marcas de la moda internacional?
Creo que París ha sido la mejor escuela que he tenido, porque fue aprender el porqué de la excelencia. También fue aprender a ir hacia adentro en los detalles, al cómo algo está construido a nivel estructural, pero también a nivel conceptual para comprender qué espacio ocupa esa pieza que estás creando en el mundo en que vivimos, dentro de la estética y de la imagen. Igualmente fue entender que la moda es un lenguaje que se puede expresar de diferentes maneras, y que siempre está relacionado a un contexto socioeconómico dentro de cada país.
¿Cómo fue tu llegada a Nueva York y porqué la escogiste para desarrollar tu trabajo?
Después del pico del Covid-19 y el parón que nos significó como humanidad, en 2020 decidí radicarme en Nueva York en donde trabajo como freelance para diferentes marcas.
La elección de Nueva York obedece a que creo que es el lugar en donde hay una presencia mucho más interesante de muchas cosas, es la ciudad más cosmopolita del mundo. Europa me parece increíble, pero siento que ni París, ni Londres, ni Milán se pueden comparar con Nueva York porque en el contexto de coexistir tantas nacionalidades juntas se logra algo muy especial a nivel creativo, pues inspira muchísimo. Europa es una gran escuela, pero para crear es mucho más interesante Nueva York.
¿Cómo ha sido esta nueva etapa a nivel profesional viviendo y haciendo la moda desde allí?
Ha sido una etapa muy interesante, más que nada para entender la moda desde otro contexto. Yo venía de trabajar para marcas de alta costura haciendo parte de su equipo de diseño, en donde unos de los grandes componentes era el investigativo y experimental a nivel creativo, muy conceptual. Nueva York ha sido como abrir una ventana para entender el mundo de la moda más desde su lado comercial.
Aquí tengo un valor agregado, y es precisamente esa parte de desarrollo de marca, donde además de pensar en vender un producto, mis esfuerzos también van dirigidos a trabajar por su valor intangible, como su estética, su filosofía o lo que quiere expresar.
¿Cómo es el estilo de Paola Gutiérrez?
Defino mi estilo como elegante, pero con un componente urbano importante, versátil, colorido y lleno de texturas. Me gustan mucho las texturas, pero lo más importante para mí es el color, soy una aficionada a entender el color. La pintura y la escultura son herramientas que están muy presentes en mi proceso creativo para crear volúmenes, texturas y siluetas. Diría que esas herramientas son el hilo conductor que se aprecia en todo mi trabajo.
¿Quiénes han sido tus influencias en la moda, y cuáles son tus referentes actuales?
Siempre me gustó la alta costura, y las primeras marcas que siempre miraba eran Acne Studios, Yves Saint Laurent, Maison Margiela y Alexander McQueen. En esta última tuve la oportunidad de trabajar. Hoy día siguen siendo los referentes de moda más interesantes para mí.
Pero más que una marca, porque al final del día las marcas se inspiran en las demás marcas, creo que si quieres crear algo nuevo tienes que explorar más allá. Para mí la moda no se inspira de la moda, sino del arte en general, por eso mis fuentes de inspiración son el teatro, el cine, viajar. Creo que viajar y conocer culturas, tradiciones, el uso del color y la textura, es de lo que más nutre mi proceso creativo.
¿Cómo ves tu carrera a futuro?
En los próximos cinco años me gustaría seguir haciendo lo que hago, que es diseñar y hacer consultorías de moda, y ganar mucha más experiencia.
En un futuro me veo lanzando una marca propia, que realmente ya vengo construyendo desde hace unos años a nivel conceptual. Espero que en los próximos años empiece a aterrizar.
¿Te ves regresando a Barranquilla a hacer moda?
La verdad, no lo sé. Para mi Barranquilla, y Colombia, siempre son una opción pues me gusta mucho y allá está mi familia, aunque ciertamente no lo veo como una opción cercana. Siento que por unos años más quiero estar en Nueva York, pero sé que un futuro sí quisiera regresar a Colombia, tal vez no para establecerme, pero sí para ejercer la docencia y compartir con los nuevos talentos todo lo que he aprendido en mi camino en diseño de modas, y mi experiencia con la moda a nivel mundial.
paoladeandrea.com / Ig @paola_de_andrea
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