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DE LA DIRECTORA

Publicado 12 mayo, 2022

Editorial

Merecimiento de una vida plena

Por Mayra Lucia Rios Castro

Peinado y maquillaje: Nidia F. Belleza Integral

Fotografía: Daniela Murillo Urueta

“La vida es un escenario maravilloso para experimentar lo que necesitamos para nuestra evolución” – Anónimo.

A veces confundimos el merecimiento con la autoestima o el amarnos. Revisando acerca de cómo sentirnos merecedores de una vida abundante y en absoluta paz, observo que se trata de algo profundo sobre lo cual vale la pena reflexionar y mirar hacia adentro para encontrar la respuesta.

Creo que todo comienza por elegir lo que quieres, después de pensarlo debes sentir que ya es tuyo y agradecer porque esta concedido y dado para ti por el creador. De ahí que siempre primero debemos trabajar en nosotros mismos, para encontrar la luz interna que nos guie hacia eso que queremos vivir y sentir.

La vida es y siempre te lleva a donde elijes estar. Cuando no elegimos lo que queremos por miedo o por desidia, alguien más decide por nosotros y muy seguramente será algo que no nos gusta o no es precisamente lo que queremos.

Somos energía y la mejor manera de encontrar lo que queremos es sentirnos merecedores de eso que estamos buscando. Para lograrlo debemos elevarnos al nivel vibratorio de nuestro sueño para fluir en armonía sin interferencias.

En este momento de mi vida después de auto reflexionar sobre mis relaciones pasadas veo que siempre busqué desde mi carencia, y cuando buscas desde ahí, encuentras más carencia. Porque siempre atraemos aquello que es acorde con la energía en que vibramos. Somos seres completos, y no es cierto que necesitamos a alguien para que llene lo que nos falta. Sanar nuestras memorias de carencias y soltar el pasado es el primer paso, luego perdonarnos por nuestros errores y desaciertos pasados, pues gracias a ellos somos ahora sabiduría.

Llénate de amor por ti mismo, siente el merecimiento en tu corazón y avanza confiando en que no estás solo, estas acompañado por seres de luz que te guían hacia el camino correcto y perfecto para tu evolución.

Enviemos luz al mundo para que donde haya oscuridad se encienda el candil del amor y la paz. Seamos dadores de paz, y la mejor forma de serlo, es no enganchándonos con la energía de la rabia, el conflicto y la falta de compasión.

Para terminar, comparto contigo una parte del libro que estoy leyendo “La Fuerza Serena, Chi Kung Shaolin”, que habla de las tres eses: Sentir, Soltar y Sonreír del Corazón.

Sentir

Se nos enseña a pensar, razonar, analizar, pero no se nos enseña a disfrutar el conocimiento que trae consigo el simple hecho de sentir. Cuando se propone sentir, se refiere al cuerpo, a sus tensiones y también a sus espacios livianos, vacíos, a sus partes y a su globalidad. Se refiere a sentir emociones, pero sin hacer conjeturas, sin analizarlas o poner calificativos de ningún orden. Solamente observar sin juicios, sin sacar conclusiones. El cuerpo está esperando contar su historia, necesita que lo animemos con la vida de nuestra conciencia, que lo dejemos vivir el contacto con lo esencial, y cuando lo logramos, ocurre la magia: aparece la profunda paz que los pensamientos nos han quitado.

Soltar

Una vez que vivenciamos el sentir, es el momento de soltar las tensiones, los miedos, las tristezas, las angustias, las ansiedades. No se trata de reprimirlas, negarlas ni alimentarlas, se trata de soltarlas.

Soltar está íntimamente relacionado con desprendernos de la idea de control, lo cual no solo es desgastador, sino ilusorio. Soltar nos permite disfrutar de la tranquilidad natural que surge cuando uno vive el presente y brota desde lo eterno una sensación de libertad.

Sentir del corazón

Cuando se sonríe desde el corazón, se vive el reencuentro con el corazón universal y todo sonríe en uno. Esto no puede aprenderse, sólo descubrirse, porque es lo natural que está oculto detrás de los miedos, prejuicios y estrés, los cuales hacen que esa naturaleza que ama se restrinja, se encierre, impidiendo que surja la sonrisa natural. Es más fácil hacerlo que decirlo.

Debemos ser capaces de discernir entre la alegría sutil que está ligada al descubrimiento de nuestra naturaleza ultima, y la felicidad pasajera que está relacionada con la consecución de logros. La sonrisa del corazón no tiene causa ni tiene como opuesto la tristeza, surge de la fuente de la vida. Con la alegría la energía fluye bien. ¿Cómo hacerlo? No preguntes, sólo hazlo. Deja la vida fluir generosa, abundante y disfrútala como bambú mecido por el viento.

***

Entregamos una nueva edición impresa, cargada de contenido sobre nuestra ciudad en la celebración de su cumpleaños y del mes dedicado a las Madres. Esperamos que la disfrutes de principio a fin.

Gracias.

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