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Publicado 18 junio, 2025
María Cecilia Botero rompe el silencio: quedó viuda tras enfermedad silenciosa y nunca sintió dolor
La reconocida actriz y presentadora colombiana de 69 años, reveló en una entrevista íntima que enviudó tras una “enfermedad silenciosa” que nunca le causó dolor físico. Un relato que mezcla el duelo, la resiliencia y la sombra de los padecimientos ocultos
Botero compartió que su segundo esposo, el director David Stivel, falleció en 1992, después de 10 años de matrimonio, a causa de un cáncer terminal. Poco después de su muerte, ella enfrentó signos de un grave malestar: una oclusión intestinal que le exigió dos intervenciones quirúrgicas urgentes, una tromboembolia pulmonar y la reconstrucción de su intestino. Estuvo 20 días en cuidados intensivos, luchando por su vida.
María Cecilia explicó cómo durante años narró vivir con lupus, una enfermedad autoinmunitaria que afecta articulaciones, piel y órganos vitalesA pesar de este diagnóstico crónico, aseguró que “nunca me dolió nada” y que sus tratamientos solo fueron a raíz de afectaciones más severas, no por dolor cotidiano.
Desde sus comienzos en televisión en 1971, Botero construyó una carrera brillante: cine, teatro, series como Caballo viejo y papeles en la versión latinoamericana de Encanto de Disney; pero su vida personal fue sacudida por el dolor y la enfermedad
Recordó también que tras la muerte de su esposo y luego las cirugías, su padre falleció, dejándola a cargo de sus dos hermanos menores. A pesar de todo, asegura: “Si me toca morirme, pues me muero” y subraya que tomó cada día con gratitud, impulsada por el amor de su hijo Mateo
La actriz resaltó que cultivó la meditación y el cuidado espiritual para gestionar su cuadro emocional y físico. Se redefinió: bajó el ritmo de trabajo —actualmente graba para canales como Caracol— y priorizó su salud, familia y serenidad.
María Cecilia Botero no oculta sus cicatrices, más bien las convierte en testimonio de coraje. Su vida es un faro para quienes atraviesan silencios y enfermedades invisibles: “la vida no termina aquí”, dice, y así vive, día a día, con agradecimiento, valentía y una fe intacta en el mañana.
