BELLEZA
Publicado 10 mayo, 2025
Mamá sí, mujer siempre…
Por: Mauricette Romero
Convertirse en mamá es una de las experiencias más profundas, transformadoras y hermosas que puede vivir una mujer. Pero en medio de pañales, trasnochos, agendas escolares, y miles de responsabilidades diarias, es fácil olvidarse de algo esencial: antes de ser mamá, eres mujer.
Foto: Pinterest
No eres egoísta por querer un momento para ti. No estás fallando si un día necesitas silencio. Y no es superficial querer verte bien, sentirte atractiva o cultivar tus pasiones. Al contrario: una mujer que se cuida también cuida mejor.
Aquí te comparto algunas recomendaciones para disfrutar tu maternidad sin dejar de lado tu esencia femenina:
Aunque el tiempo sea escaso, tu bienestar también importa. Regálate unos minutos al día para ti: una ducha tranquila, una mascarilla, pintarte las uñas o simplemente descansar sin culpa. Estos detalles recargan tu energía y te reconectan contigo.
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Tu ropa no tiene que ser solo funcional. Vístete para ti, aunque no salgas de casa. Usa esa blusa que te encanta o ese perfume que te hace sonreír. Sentirte bien contigo misma influye en cómo enfrentas el día.
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Busca espacios donde puedas compartir con otras mamás, amigas o mujeres que te inspiren. La maternidad no tiene que vivirse en soledad. A veces, una buena conversación, una risa compartida o un simple “yo también me he sentido así” puede marcar la diferencia.
La maternidad deja huellas, y todas son válidas. Pero moverte, comer bien, descansar y escucharte es una forma de agradecerle a tu cuerpo todo lo que ha hecho por ti y por tus hijos. No se trata de presión, sino de bienestar
Ser mujer no es competir con estereotipos inalcanzables. No necesitas tener la casa impecable, el maquillaje perfecto ni cumplir con todo al 100%. Tu valor no depende de lo que logres, sino de lo que eres: humana, real, valiente y llena de amor.
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Ser mamá no significa dejar de ser mujer. Ambas identidades pueden coexistir en armonía. De hecho, cuando una mujer se siente plena, lo irradia en su maternidad. Tus hijos no solo necesitan una madre presente, también una mujer feliz, segura y realizada.
Así que hoy, abrázate. Haz las paces con tus procesos. Vuelve a mirarte al espejo con amor y recuerda: eres mamá, sí… pero también eres tú. Y eso es igual de importante.
