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PERSONAJE

Publicado 7 marzo, 2016

Atraídos por la moda de la música electrónica que inunda el pop internacional, cientos de miles de jóvenes cubanos, muchos bajo el umbral de la mayoría de edad, disfrutaron hoy del concierto de la banda Major Lazer en La Habana, que convirtió su emblemático malecón en una ‘rave’ multitudinaria.

«Este va a ser nuestro mayor show y lo estamos haciendo en La Habana«, prometió al inicio del concierto el líder de la banda y reconocido productor Diplo, y no defraudó a juzgar por el entusiasmo con el que los alrededor de 400.000 asistentes saltaron y corearon sus temas.

En el espacio conocido como la Tribuna Antiimperialista, en pleno malecón y frente a la nueva embajada de Estados Unidos de la capital cubana, el trío de electro-house Major Lazer se convirtió hoy en el primer conjunto estadounidense en protagonizar un evento musical masivo tras el restablecimiento de relaciones entre los dos países.

«Ojalá haya en adelante más conciertos así. Que vengan bandas de todo el mundo porque a los jóvenes cubanos nos gusta la misma música que a la juventud del resto del mundo», dijo a Efe Yakenia, una joven de 15 años, que acudía a un concierto de estas características por primera vez en su vida, una experiencia que le gustaría repetir.

Gabriela, de 17 años, ya había estado en los conciertos de los puertorriqueños Calle 13, en 2010, o su compatriota Olga Tañón, el pasado diciembre; en ese mismo espacio; pero éste fue su preferido porque «los ritmos electrónicos son más modernos, es lo que nos gusta a los jóvenes».

«Toda la juventud está aquí. Que vengan más, muchos más. De Estados Unidos y de donde sea», pedía Roberto, de 16 años.

Un repertorio probado en las listas de éxitos hizo vibrar a una multitud que conocía bien hits como «Be together» o «Revolution», fundamentalmente a través del «paquete», que distribuye semanalmente en la isla, en soportes digitales a precios módicos y de manera un tanto clandestina, las novedades de cine, música y televisión.

Aunque los momentos cumbre de la actuación se produjeron cuando resonaron por todo el malecón éxitos «Lean On» -número uno en medio mundo y el tema más reproducido en la plataforma Spotify en 2015-, o «Where Are Ü Now» el éxito de Diplo, junto con Justin Bieber y Skrillex, que se acaba llevar el Grammy a la mejor colaboración musical del año pasado.

Diplo, Jillionaire y Walshy Fire alternaron su paso por la mesa de mezclas, donde fusionaron los ritmos más house de su propia producción musical, con éxitos del pop del momento como «Sorry» de Justin Bieber o «Cant feel my face» de The Weeknd.

Fueron osados, en sus mezclas también se atrevieron con el merengue de Elvis Crespo o con la salsa de «La vida es un carnaval» de Celia Cruz; un maridaje arriesgado que puso un poco de sabor caribeño al show.

Constantes guiños para conectar con un público entregado, además de ondear en varias ocasiones la bandera cubana y de intentar alguna frase en español; a mitad de la actuación el trío -y el trío de bailarinas que les acompañan-; saltó al escenario con la camiseta de la selección cubana de béisbol, el deporte nacional.

Precisamente el equipo nacional jugará el próximo 22 de marzo un partido amistoso en La Habana con los Rays de Tampa de las Grandes Ligas; otro acto cargado de simbolismo en la Cuba del deshielo y que contará con un invitado de lujo, el presidente Barack Obama, el primer gobernante de EE.UU que visita la isla en 88 años.

El concierto de Major Lazer es la antesala de Musicabana, un gran festival que se celebrará por primera vez en mayo con artistas como el jamaicano Sean Paul o el brasileño Carlinhos Brown y que, según sus organizadores, pretende promover La Habana como una de las capitales musicales del mundo y reforzar su status de enlace de culturas.

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