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PERSONAJE

Publicado 21 diciembre, 2018

Mabel Cartagena se confiensa con nosotros: ‘Mi familia es todo’

Aunque hace ya algún tiempo está alejada de las pantallas, Mabel Cartagena sigue siendo una de las presentadoras más queridas por el país, y especialmente por la costa Caribe. Poco a poco se ha convertido en una figura sobresaliente en las redes sociales, y sus talleres de empoderamiento “Mejor juntas” son un éxito a nivel nacional e internacional.

Mabel Cartagena se convirtió hace unos años en un verdadero fenómeno de la televisión. Su personalidad alegre y espontánea no solo disparó la audiencia de Contacto Online, el programa vespertino de Telecaribe, sino que además atrajo la atención de los canales nacionales. Así inició la carrera de la que se proyectaba como una de las presentadoras más promisorias de la televisión nacional. Pero en un momento determinado Mabel decidió dejarlo todo de lado para dedicarse totalmente a unas nuevas labores: la de esposa y mamá. Esa convicción ferviente nos hizo elegir el hogar de Mabel como la locación para nuestra última portada del 2018, y a su familia, como los protagonistas de una historia de amor y resolución que quisimos plasmar en esta entrevista.

Dicen que la vida tiene cierto carácter cíclico y tu caso parece ser una prueba de ello. Cuando te conocimos en Contacto Online, nos enamoramos de tu espontaneidad y aunque después, cuando pasaste a la televisión nacional, hubo un cambio en tu enfoque, hoy a través de las redes hemos visto el modo en que has recuperado ese estilo natural de relacionarte con tu público. ¿Cómo has vivido esa conciliación?

Bueno, yo nunca he dejado de ser la misma persona, y de mostrarme tal cual soy. Lo que sí sucede es que en la televisión nacional los esquemas están cuadriculadamente marcados, así que te piden cosas como neutralizar tu acento, hablar más pausado, tener un tono definido, y por supuesto seguir un libreto donde todo está planificado. Eso por supuesto te da menos oportunidad de ser tú por completo, pero nunca he dejado de ser la misma. Ese es quizá uno de los motivos por los que, a pesar de que amo la televisión, me siento tan cómoda en las redes, donde no tengo restricciones de ningún tipo. Me puedo vestir como quiera, hablar como quiera y de lo que quiera… esa libertad es incomparable.

Alcanzar los logros de tu vida profesional es algo con lo que muchas chicas jóvenes sueñan. ¿Cómo explicarles a ella tu decisión de alejarte de la televisión? Sabemos que con ello buscabas tu propio bienestar, ¿pero no tuviste la sensación de perder algo?

En lo más mínimo. Mira, yo soy una persona hiperactiva, no me puedo quedar quieta, y eso no solo incluye el cuerpo sino también la mente. Yo todo el tiempo estoy haciendo planes a corto, mediano y largo plazo. Estar en la televisión fue algo que yo soñé desde que era niña, y cuando ya logré ese sueño necesitaba algo más. También sucedió que al estar allí, me di cuenta de que muchas cosas no eran como yo creía o esperaba, y me fui desilusionando, así que en un momento dado mi nuevo sueño y prioridad fue construir una familia. Paulatinamente todo fue pasando a un segundo o tercer plano, y ahora mismo ni siquiera lo tengo en el radar. Lo que estoy haciendo ahora mismo es para lo que nací, la televisión fue sólo un sueño que pude cumplir. No me arrepiento, no me hizo falta nada, todo lo viví, lo gocé y ahora mi familia es todo.

Cuando te casaste, tomaste la decisión de dejar de lado tu carrera y seguir a tu esposo hasta Argentina. Sería fácil pensar que te sacrificaste, anteponiendo sus intereses a los tuyos, ¿pero cómo lo sentiste tú? ¿Qué buscabas para ti misma?

Al haber cumplido todos los sueños de los que te hablaba antes, tuve la tranquilidad de entregarme por completo a mi familia. Sé que hay muchas personas a las que les incomoda que yo haya dejado la televisión, que siga a mi esposo, que sea ama de casa, que haga oficio… ¡Pero a mí me encanta! No hay nada machista en ello, porque mi esposo colabora con todo igual que yo. Sencillamente a mí me satisface mucho realizarme como esposa y como mamá.

Para leer este articulo completo adquiera la última edición de La Revista Actual

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