Laura González ya logró un lugar en la historia. No sólo se convirtió en la sexta colombiana en obtener el virreinato universal, sino que además fue la Señorita Colombia que ha retenido el título por mayor cantidad de tiempo en los últimos 55 años. Veinte meses como reina de los colombianos le han dejado una experiencia invaluable que desde ya está capitalizando al máximo su carrera como actriz.
Después de concluir las grabaciones de ‘Bolívar, una lucha admirable’, la nueva bioserie del Canal Caracol, Laura está entregada a sus proyectos personales y profesionales, a su escuela de reinas y por supuesto a su novio, el fotógrafo Giorgio del Vechio, con quien viene saliendo hace ya un tiempo. De todo ello se atrevió a hablarnos en esta entrevista, mientras deja ver la misma personalidad arrolladora con la que dejó el nombre de Colombia en alto.
Volvamos por un segundo a ese 26 de noviembre del 2017 en Las Vegas: tenías encima el peso de la mejor racha que Colombia hubiera tenido en Miss Universo, y a pesar de las críticas y polémicas que quisieron interponerse en tu camino llegaste allí, al momento final. ¿Qué sentiste cuando estabas agarrada de manos con Demy?
Es muy curioso porque, a pesar de ser un momento muy corto, uno logra pensar muchas cosas y sobre todo has trabajado muchos años para llegar a ese momento final. En ese instante lo primero que hice fue agradecer por haber llegado hasta ahí, agradecer cualquier cosa que viniera en mi vida. Fue muy emocionante, y aunque era lo que esperaba, resultó casi que increíble.
Muchas jóvenes miran el Concurso Nacional de Belleza como una oportunidad para incursionar en el mundo del espectáculo. Sin embargo, al momento de inscribirte en Señorita Cartagena tú ya habías logrado dar tus primeros pasos en la televisión. ¿Cuál fue entonces tu motivación personal?
Efectivamente yo ya había dado mis primeros pasos en la televisión colombiana, así que siento que lo que más me inspiró y me llevó a concursar fue la posibilidad de ser un agente de cambio. En algún momento de mi vida pensé en estudiar Ciencias Políticas, y lo hacía con la única esperanza de tener la posibilidad de aportar un granito de arena a un mundo mejor. Yo sé que todas las reinas se expresan de la misma manera… pero esa experiencia te da precisamente la conciencia para querer generar cosas lindas desde esta plataforma tan grande desde la que podemos trabajar, influir y lograr muchas cosas positivas.
Recientemente anunciaste tu intención de seguir involucrada en el mundo de los reinados, ahora preparando a futuras candidatas. Teniendo en cuenta que los concursos internacionales están en un proceso de cambio y revaluación. ¿Sientes que el CNB está en sintonía con esas nuevas visiones y proyecciones?
Yo creo que Rai va aceptando cada vez más la juventud y las nuevas ideas en su equipo de trabajo. Mi reinado de hecho fue un momento de muchísimo cambio, de avance, y sentí cómo su manera de ver las cosas se ha ido modificando. De modo que sí, cada vez vendrán más avances y creo que eso unido a la experiencia tendrá grandes resultados.
Tuvimos la oportunidad de verte en La Cacica, con un personaje muy bonito, pero cuya preparación no debió ser nada fácil ya que encarnabas un papel que era un híbrido entre dos personajes reales. ¿Cómo te preparaste para esta interpretación?
Lo tomé del mismo modo que todos mis proyectos personales y profesionales. Investigué un montón, leí muchísimo, me empapé muchísimo de la cultura vallenata porque, a pesar de ser costeña, creo que falta un montón de información en los colegios sobre el trasfondo y la historia de este género. También tuve que dejarme sumergir en todas las propuestas que el equipo de producción proponía, por el ambiente, y eso permitió que me sintiera parte de ese universo tan bonito.
Ahora, por si fuera poco, estás interpretando a un personaje histórico, tan complejo como lo fue Rosa Campuzano. ¿Qué diferencias enfrentaste con respecto a la construcción del personaje anterior? ¿Cómo enfrentas la responsabilidad de interpretar un papel de esa naturaleza?
Esta vez fue diferente. Yo venía de una experiencia tan distinta como lo fue el reinado, y era la primera vez que estaba haciendo algo distinto después de haber sido reina por tanto tiempo. Me costó un poco soltar muchas cosas de esta postura de reina de belleza y entrar en un rol distinto. Fue un trabajo más arduo desde el punto de vista personal, pero también lo disfruté un montón.
Como podemos notar, la televisión nacional en este momento está muy concentrada en la producción de historias biográficas e históricas. Desde tu punto de vista particular, ¿qué prefieres: ficción o recreación?
Yo creo que la ficción la disfrutamos mucho, te da más libertad. En la otra línea, la investigación es exigente, pero también te topas con descubrimientos interesantes. Sin embargo, en lo personal, disfruto más la ficción porque me da la oportunidad de crear un montón de cosas, universos externos para cada personaje. Era lo que disfrutaba desde mi época de estudiante, y aunque las oportunidades son similares en ambos casos, definitivamente la independencia de la ficción es más interesante.
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