Oops!... Lo sentimos, este sitio se ha desarrollado para navegadores modernos con el fin de mejorar tu experiencia.

Para que lo puedas disfrutar es necesario actualizar tu navegador o simplemente descargar e instalar uno mejor.

DE LA DIRECTORA

Publicado 30 abril, 2019

LA DECISIÓN ESTÁ EN TI

En este editorial he querido abrir un espacio a una maravillosa experiencia que viví al asistir a los talleres ‘Raíces y Libertad’, realizados por Valeriano Tobón, a quien podría describir con cinco palabras: sabiduría, sensibilidad, consciencia, amor y fortaleza. Lleva muchos años como terapeuta al servicio de la medicina del alma y tiene el don de ver los orígenes y raíces de la enfermedad, ver más allá de lo físico, que es ver el alma de las personas en sus consultas y talleres.


Estar dos sábados seguidos con Valeriano es escudriñar en mí misma, es irme muy adentro de mí y encontrar que soy una mujer bendecida, pero también es verme sin filtro, observarme, evaluarme y saber que las herramientas y la información que recibo en ese espacio, es de una responsabilidad inmensa para con Dios y para conmigo misma. Es reafirmar que lo más importante en mi vida después de Dios, soy yo misma. Pero aún más increíble es haber logrado ver cómo cuando entrego mis afectos al otro (es decir, cuando entrego mi proyecto de vida), dejo de ser la Mayra empoderada, feliz y consciente de lo maravillosa que es mi vida. En estos talleres aprendí que el trabajo interior es de todos los días, que la clave está en hacer consciencia cada segundo, cada instante de mi vida. No engancharme en los procesos de otras personas, ni siquiera en los de mis hijos ni de mi familia. Esto me ha permitido liberarme de las cargas que yo misma me impuse y finalmente logré soltar la culpa.

Hoy quiero decirte a ti que me lees, que aproveches tu vida, que no hay nada más grande que amarse a uno mismo con responsabilidad, para lograr hacer los cambios que necesitas y los resultados sean los mejores. La decisión está en ti, solamente puedes hacerlo tú por ti. Nadie puede hacer el trabajo que tú tienes que hacer. Rescatarte a ti mismo siempre que sea necesario.

Es tanto lo que ha aportado a mi vida conocer a Valeriano Tobón que le pedí tenerlo en Actual. Él accedió y nos sentamos una mañana en el balcón de Amirita y Orlando para una entrevista inolvidable. Entrevistar a un personaje como él es un regalo del cielo y un privilegio para mí. Hoy le doy las gracias infinitas a Dios por poner en mi camino a este ser humano maravilloso, y a Valeriano no solo por aceptar mi invitación sino por permitirme reafirmarme y ser consciente de mi gran pasión que es escribir.

Herramientas para mejorar tu calidad de vida

Valeriano Tobón Osorio es un terapeuta con más de 37 años de experiencia, que se ha destacado también como conferencista en países como Estados Unidos, Canadá, México, Colombia y algunos países de Centroamérica. En el sector empresarial, económico y político, logró un destacado espacio como consejero presidencial. En el área organizacional, hace énfasis en tres valores importante del ser humano: consciencia, compromiso y cambio.

¿Cuál es su principal recomendación para lograr una mejor calidad de vida?

Vivir en el presente. Vivir cada minuto. Hacer consciencia de lo que haces en cada momento, disfrutar de la ducha, estar presente cuando comes, cuando caminas, cuando conduces. Esto

es vivir en el aquí y en el ahora. El ser humano siempre está atrapado en el dolor, en el pasado, en lo que no hizo o en lo que va a hacer mañana.

¿Qué pasos podríamos seguir para tener una mejor calidad de vida?

El primer paso es ser coherentes. Hemos perdido coherencia en nuestros actos. No somos transparentes con nuestras acciones y con nuestro sentir. La calidad de vida comienza en una congruencia entre lo que pensamos, decimos, sentimos y hacemos.

¿Cómo puedo estar en conexión permanente conmigo mismo?

Haciendo consciencia de la respiración. Respirar de forma pausada nos permite ser conscientes de la realidad del día a día. El ritmo cardiaco y los niveles de ansiedad bajan. El ser humano respira 14 o 18 veces por minuto, si logramos bajar a 6 o 7 respiraciones por minuto, nuestro cerebro tendrá mejor calidad de vida. Nuestro corazón y todo nuestro organismo se potencia más.

¿Cómo manejar un estado óptimo de consciencia?

Viviendo en el presente, haciendo consciencia de mi respiración, siendo coherente la mayor parte del tiempo. Uno de los secretos es: yo soy autoreferente, yo me vigilo, yo me observo, yo

me patrullo. Observarse es como si estuviéramos en cuidados intensivos todo el día. Este es un ejercicio que practico hace mucho tiempo, desde que tenía 33 años. Gracias a que cometí muchos errores, aprendí a ser autovigilante y a observarme. Todavía cometo errores, pero estoy más atento a que cada vez sean menos.

¿Cómo puedo lograr conseguir las metas en mi vida?

1. Teniendo un proyecto de vida claro.

2. Teniendo una metodología.

3. Teniendo disciplina.

4. Haciendo un seguimiento permanente y riguroso.



¿Qué puede decirnos sobre la depresión?

Puede darse por temas genéticos, bioquímicos a nivel cerebral o por suprimir emociones, lo que quiere decir, que dejamos de ser nosotros mismos. Diríamos que esta es una sociedad y una cultura totalmente depresiva. Son muchos los factores, todos sin excepciones tenemos tendencia a deprimirnos, tenemos bajonazos que yo les llamo los días grises. El secreto es que no nos asustemos, sino que los observemos. En estos días grises está nuestro aprendizaje. Si aprendemos a ver los pequeños pecesillos que son nuestros pensamientos y demonios que nos asustan, podremos ver los tiburones sin que nos causen temor.

¿Qué es la felicidad para usted?

La felicidad es estar despiertos, es un estado de consciencia, es aceptar una realidad. Es recibir con gozo y alegría lo que llega a nuestra vida. Para que este estado sea real, debemos hacer consciencia de nuestra realidad actual. Si fracasamos, si nos separamos, si perdemos a un ser querido, si nos quedamos sin empleo, es hacer consciencia de esta realidad, con esto le quitamos presión al juego que la mente comienza a hacernos. La mente nos cambia los conceptos todo el tiempo; cuando hago consciencia del proceso empiezo a vivir en presente.

¿Usted cree que a la vida de cada ser humano le llega lo que le corresponde?

Esto es relativo. El ser humano tiene la potestad divina de cambiar su destino. No es lo que la vida te da, es aprovechar lo que llega para ser y hacer la mejor versión nuestra. Somos hacedores y arquitectos de nuestro destino.

¿Cuáles son las razones por las que nos enfermamos?

La principal razón es que estamos y vivimos dormidos. Hacemos todo mecánicamente y por eso nos enfermamos. Si el alma está triste, el cuerpo está enfermo. Hay que estar atentos porque el cuerpo es el teatro de los acontecimientos de nuestra vida diaria. Y aquí seis razones que nos llevan a enfermarnos:

A- Permanecer en zona de confort.

B-Someternos a que otras personas manejen nuestras vidas.

C- Idealizar a las personas.

D- Entregar mis afectos.

E- Ausencia de toma de decisiones.

F- Ser tibios.

G- Relaciones tóxicas.

¿Qué puede decir sobre las relaciones tóxicas?

Más que hablar de las relaciones tóxicas, creo que debemos vigilar nuestros pensamientos. Soy tóxico con lo que pienso, con mis palabras, con mi actitud y con lo que expreso en cada ambiente de mi vida. Somos imanes, con nuestro comportamiento atraemos este tipo de relaciones, somos nosotros mismos responsables de esto. La palabra se materializa, las palabras tienen poder. Uno de los principios en la medicina china es: la energía sigue al pensamiento. Si somos conscientes de lo que pensamos y decimos, seremos mejores personas, mejores miembros de familia, y haríamos mejores ambientes laborales dentro de las empresas.

¿Cuál es la mayor falla que comete una empresa?

No hacer seguimiento. Es el mayor detonante para que el mayor número de empresas pierdan el horizonte. Igualmente sucede con la familia, se pierde porque no hay un seguimiento. La falta de respeto y el trato hacia las personas son otra de las fallas de las cabezas de las empresas. En un porcentaje muy alto en las grandes y medianas compañías ya no hay seres humanos, los empleados son una pieza más, un código, un número, las empresas se han robotizado al volverse solo tecnología. Se rompieron los puentes de comunicación y acercamiento con sus colaboradores. El saldo de todo es que no hay sensibilidad, lealtad y solidaridad. Las cabezas de estas empresas solo tienen formación académica, no hay estructura divina en las personas. Se les olvidó que la esencia está dentro de principios de consciencia divina y se volvieron máquinas hacedoras de dinero.

¿Cuál es la mayor falla que comete un ser humano?

Vivir en un estado de inconsciencia permanente. Hemos tenido una mala orientación, se nos educó para vivir en aprobación de la sociedad. Somos una sociedad sin identidad y sin criterio propio. La única manera que marcamos la diferencia, es con la ley de la aceptación, al encontrarme conmigo mismo y con mi propia identidad. Somos una sociedad despersonalizada, drogada y sin identidad propia. Escasamente usamos la cédula en la que aparece nuestro nombre y nuestra foto. Sabe más la cédula de mí que lo que yo sé de mí. Los padres están desconectados de sus parejas y de sus hijos.

¿Cuál es la mayor falla que comentemos contra nosotros mismos?

Nos cuesta aceptar que nos equivocamos, presentar disculpas y hacer los cambios necesarios. El orgullo, la soberbia y el estatus mal manejado hace que nos enfermemos, que perdamos el horizonte y la verdadera misión de vida.

¿Por qué cada día mucha más gente sufre de estados de angustia y pánico?

Perdimos el contacto con nosotros mismos y la comunicación con Dios. Nos cuesta decir «te amo». Perdimos los detalles, la generosidad y la capacidad de escucha. Somos una sociedad sorda, ciega y muda en un porcentaje muy alto.

¿Cómo manejar una crisis?

Manejar una crisis es hacer consciencia de que estoy en crisis. Es decirme: “Acepto con gozo y alegría esta prueba”. Aceptándola le quito la presión al tema. No es entrar en la ley del conformismo, es entrar en la ley de la realidad. Una crisis se maneja con la ley de la aceptación ante los demás, pero al mismo tiempo, haciendo el cambio de actitud.

¿Qué trabaja usted en el ser?

Nunca me han hecho esta pregunta y me pusiste a pensar y a sacarme las pulgas de la cabeza. Es llevar a esa persona a nivel de consulta, de auditorios, a que se conecte con su ser, se conecte con su Dios interno. La mente históricamente es la que domina la vida de las personas. Hay una frase de mi maestro que dice: “La mente es el carcelero del alma”. Mi trabajo es que esa persona con la llave que tiene abra su alma y descubra el tesoro que hay dentro de ella. Tenemos unos tesoros preciosos. Parte del trabajo de esto es que la persona haga consciencia, que nadie rescata a nadie. Siempre estamos esperando que nuestros padres, hermanos, familiares, pareja, hijos y compañía, nos rescaten. Mi experiencia de vida es que yo he tenido que ir a rescatar a Valeriano siempre, nadie lo ha hecho por mí. Todas las veces que me he equivocado, que he llorado mis derrotas, lo he hecho para aprender y para hacer el cambio.

¿Cuál es su mejor experiencia durante estos 37 años en el trabajo de despertar consciencias?

Creo que lo mejor que me ha pasado en la vida es ser un eterno enamorado de Dios. En mis horas de silencio y de profunda reflexión, veo cuanto me equivoco y siento allí la misericordia Divina para conmigo. Aprendí algo: para mucha gente mi trabajo es “Guau, qué maravilloso”, como también he tenido gente que me ha dicho que mi trabajo no sirve.

Cuando la gente me elogia, aprendí a mirarlo con mucho respeto; cuando me critican lo miro aún con más respeto. La crítica y el elogio son hermanos gemelos que van siempre de la mano. Nos cuesta aceptar la crítica.

¿Cuándo algo le molesta de alguien, es porque esta conducta hace parte de usted?

Nosotros los seres humanos hacemos proyecciones en las personas. En mi caso, después de tantos años haciendo un trabajo a consciencia, creo que, en este momento de mi vida, más que molestarme algo en los otros es no identificarme con eso. Teniendo en cuenta que, por mi trabajo terapéutico y clínico, yo leo el alma de las personas, no me molesta lo de los otros, me causa dolor y pena. Y si me llega a molestar, hago consciencia y me pregunto: ¿qué tengo que trabajar en mí? He aprendido a respetar el proceso de cada persona, a no matricularme con los procesos de nadie, ni siguiera de mis hijos. No me engancho con sus procesos. Cada uno de ellos debe hacer su propia vida, su propia historia. Y algo que siempre les repito es que aprendan de mis errores para que no los repitan. Les digo que uno siempre debe estar alerta. Yo les doy pautas si me piden consejo, pero si ellos no aprenden les toca asumir sus errores.

¿Qué es el amor para usted?

El amor es magia, es pasión, es respeto, es perdón, pero hay algo importante en el amor para mí, siempre he visto a la mujer como una diosa. Hay dos cosas básicas en el amor que son la admiración y el respeto. Cuando se pierda la admiración en una relación, esta se acaba. El respeto y el amor hay que cultivarlo, con detalles, con cariño, es como una planta, hay que regarla día a día. El amor es dialogo, es comunicación.

¿Cómo logra no apegarse a la persona que ama?

Lo peor que nos puede pasar en una relación es cuando nos apegamos a la otra persona. Cuando la idealizamos y cuando perdemos nuestra identidad. Mi vida no es la otra persona, a pesar de que soy detallista y cultivo mi relación, yo tengo mi proyecto de vida conmigo y con Dios. Cuando hago esto con responsabilidad, yo puedo manejar mi vida sin pasiones,sin atropellar, sin tener que pedirle a mi pareja o a mis hijos que hagan lo que yo quiero. Cuando asumimos estas posiciones en nombre del amor, hacemos daño; en nombre del amor, somos dictatoriales y marcamos territorio.

¿Cuál es el manejo de una buena relación?

Puentes de comunicación y manejo de los espacios.

¿Un secreto de su vida?

A veces lloro en silencio, se me aprieta el alma con ciertas situaciones. Me duele la vida, me duele la gente y me duele la injusticia.

¿Cuándo dice que le duele algo, siente culpa?

No siento culpa, porque no me engancho, no me matriculo con esos procesos y con los hechos históricos de la gente. Cuando sientes culpa, es porque estás en un estado de inconsciencia. Es por eso que debemos estar en alerta para no caer en este estado y la única forma delograrlo es patrullarnos y estar en autoobservación permanentemente.

¿Por qué nos perdemos del camino?

Hay una pérdida de valores, y cuando esto pasa nos perdemos en el camino del amor, que son los abrazos, que es decir te quiero a los hijos, que es besarlos. Los papás debemos decirles a nuestros hijos que nos sentimos orgullosos de ellos. Una de las experiencias más duras para una persona, que veo a menudo en mis consultas, es ver cómo lloran los seres humanos cuando llegan a la edad adulta, y a pesar de que reconocen que sus papás fueron buenos, les duele en el alma que nunca los hubiesen abrazado, nunca los besaron. Hemos perdido el contacto con el entorno, con los que vivimos bajo el mismo techo. Somos sicarios emocionales, manejamos actitudes sicariales con la pareja, con los amigos, con los padres, con los hermanos, con los hijos. La agresividad y la violencia que manejamos es alta. Lo mismo el castigo que generamos con nuestra indiferencia y con nuestra amargura.

¿Cuál es el mayor compromiso que debemos tener con nosotros mismos?

Cuidarnos a nosotros mismos es nuestro mayor compromiso. Un secreto de la vida es ser como un niño para que la vida te sorprenda día a día. Ayudar a morir a la gente es parte de mi trabajo desde hace 30 años; eso me ha ayudado a crecer mucho, porque ahí, en el momento de irse de esta vida, a la gente le duele no haber vivido para ellos, no haber pensado más en sí mismos. No haberse heredado en vida, esto significa haber tenido más tiempo para ellos, haber viajado más y haberse dado más gustos en cosas simples.

¿Cuáles son los valores que usted considera no debemos perder nunca?

Tener a Dios con uno siempre; el camino más corto es decir la verdad; aceptar siempre que nos equivocamos; no perder la capacidad de soñar; aprender a volar con las alas rotas; no tener compasión con uno mismo.

¿Alguna consulta que le haya causado sorpresa?

Aprendí en consulta y en talleres que nadie nos hace daño, uno mismo permite que el otro lo dañe. Sorpréndete, la víctima termina secuestrando al victimario.

Quienes estén interesados en asistir al próximo taller de Libertad que se realizará el próximo 18 de mayo en Barranquilla, pueden escribirme a mi correo directora@larevistaactual.com o mandarme un mensaje a mi whatsapp 317 6584274.  Los espero!

Comments

comments

AQUÍ

  • Publicidad

  • Publicidad