Desde el año 2010, cuando ganaron su primer premio Grammy, la popularidad del grupo está en ascenso, y se consolida como uno de los más prometedores en el panorama latino, incluso el angloamericano. Entre conciertos y viajes, Goyo emprende hoy un nuevo reto: ser una de las entrenadoras del reality musical más exitoso en la historia de la televisión mundial. Por eso la invitamos a presidir nuestras páginas, para acercarnos un poco más al proceso artístico de la mujer que vemos sonreír y cantar cada noche en nuestras pantallas.
Como todo artista que emprende un nuevo proyecto, nosotros estábamos llenos de ganas y de expectativas, porque, además de hacer canciones que abordaban temas convencionales como el amor, también estábamos apostando a otras que hablaban de nuestra tierra, la cultura chocoana, la vida diaria de nuestra gente. Siempre sentimos que eso nos daba posibilidades de llegar al público y de que ellos se identificaran con nosotros y afortunadamente no nos equivocamos. Desde el primer momento, vimos superadas nuestras expectativa, y la respuesta del público siempre fue mejor de lo que esperábamos, lo que nos dio más confianza y, especialmente, ganas de seguir trabajando.
Creo que tuvimos la fortuna de aparecer en un momento en el que el mundo estaba preparado para recibirnos, porque, de alguna manera, la nueva estructura de comunicaciones y medios permiten que la gente aprecie y disfrute otras tendencias. Pero nada hubiera sucedido si no nos hubiéramos arriesgado. A veces la gente no sabe que le pueden gustar otras manifestaciones sencillamente porque no se las han ofrecido. En el caso nuestro, tuvimos la convicción de que habíamos logrado un buen producto, y aunque fuese desconocido en aquel momento estuvo en nosotros crear la oportunidad. Creo que muchísima gente está esperando que ofrezcan otras alternativas y está en los mismos artistas tomar el riesgo de ofrecerlas.
Aunque siempre hay cosas por aprender, la experiencia siempre ha sido algo muy significativo, porque, de alguna manera, es lo que define el camino que tratamos de seguir, las experiencias nos dan la energía para continuar creando y ser capaces de ofrecer esos sonidos que la gente está buscando.
Una canción: “El negrito contento” de Alfonso Córdoba “El brujo”.
Una comida: La sopa de queso y el arroz con longaniza.
Un lugar: La ensenada de Utría, en la zona de Nuquí.
Un plan infaltable: Hacer ecoturismo.
Un souvenir perfecto: Para regalar, unas heliconias, que son las flores típicas del Chocó.