El príncipe Harry rinde un homenaje íntimo a la reina Isabel II en el tercer aniversario de su fallecimiento
El príncipe Harry viajó al Reino Unido para rendir un emotivo tributo a su abuela, la reina Isabel II, en el tercer aniversario de su fallecimiento
El duque de Sussex acudió de manera privada a la capilla de San Jorge, en el Castillo de Windsor, donde descansan los restos de la monarca, y depositó flores en un gesto cargado de respeto y simbolismo.
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El homenaje se realizó pocas horas después de su llegada al país, en lo que representa su primera visita a Inglaterra en varios meses. De acuerdo con medios británicos, Harry optó por un acto íntimo, sin cámaras ni declaraciones públicas, centrado únicamente en recordar a la reina, con quien mantuvo siempre una estrecha relación personal.
Mientras Harry rendía este tributo en Windsor, a escasos kilómetros de distancia el príncipe William y Kate Middleton encabezaban otro acto conmemorativo en Sunningdale, donde recordaron la figura de Isabel II en una visita al Instituto de la Federación Nacional de Mujeres. La coincidencia de escenarios subrayó la importancia de la fecha, aunque no se dio un encuentro entre los hermanos, quienes mantienen tensiones familiares desde hace tiempo.
Según fuentes cercanas, no está previsto que durante este viaje se produzca un acercamiento formal entre Harry, el rey Carlos III y William. Sin embargo, se ha señalado que existen canales de comunicación abiertos entre sus equipos, lo que alimenta la esperanza de un eventual acercamiento en el futuro
El duque de Sussex permanecerá cuatro días en el Reino Unido, donde además de los actos conmemorativos participará en compromisos benéficos. Entre ellos destaca su presencia en los WellChild Awards, ceremonia de la que es patrocinador desde hace más de una década, y un evento en Nottingham donde anunciará una contribución significativa para apoyar a Children in Need.
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De acuerdo con allegados, Harry se encuentra en “un buen estado de ánimo” y con el deseo de reforzar su labor humanitaria, uno de los pilares de su vida pública tras su salida de la familia real británica.
El tributo en Windsor no solo evidenció el cariño del príncipe hacia su abuela, sino también el contraste entre los diferentes caminos tomados por los miembros de la realeza en los últimos años. Aun así, la jornada estuvo marcada por un mensaje común: mantener viva la memoria de Isabel II, una de las figuras más influyentes de la historia reciente del Reino Unido.