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Publicado 26 mayo, 2021

Entrevista

“El éxito no significa felicidad”: Silvy Araujo

Si buscas en el listado Forbes los 10 influencers fitness más cotizados de Colombia, allí vas a encontrar a Silvy Araujo, una joven cartagenera de espíritu férreo y gran carisma, quien día a día, ha ido conquistando más adeptos.

Por: Patrizia de Jesús Castillo Torres

Desde que identificó el fitness no sólo como su estilo de vida, sino como el camino para transformar la vida de otras personas, Silvana Araujo Diazgranados no ha dejado de prepararse intelectual, física, y psicológicamente para dar lo mejor de sí a los demás.

Su enfoque y disciplina la han impulsado a construir una sólida carrera en el competido mundo del fitness, algo que en la actualidad le reporta más de un millón y medio de seguidores en Instagram, cupos agotados para adquirir su programa de 8 semanas de entrenamiento denominado SilBe Beyou, cuya comunidad integrada por miles de mujeres se identifica con el hashtag #NOMERINDO, además de un número creciente de suscriptores a su canal de YouTube, donde fuera de compartir sus rutinas de entrenamiento, recetas, y trucos para llevar una vida saludable, realiza tutoriales de maquillaje, y da consejos sobre moda y belleza.

Su estilo fresco y espontáneo, cautivan al instante. Tal vez ella no se haya percatado de su magnetismo, del efecto que produce en quienes la conocen, la siguen, o la stalkean en sus redes para ver de qué va tanta popularidad, tal vez precisamente porque lo sabe, es que ha llegado donde está; en todo caso, ver a Silvy, hablar con ella, se siente como estar con una buena amiga: la más cálida, la más cool, esa a la que le tienes confianza y sabes que nunca te va a decepcionar.

Así me siento yo a los pocos minutos de saludarla por Zoom y plantearle el esquema de entrevista que desarrollaremos. No ha sido necesario romper el hielo, ella además de lucir como portada de revista (pelo suelto cayéndole en ondas suaves, y una blusa roja que denota esmero en su arreglo), es sumamente amable y transparente. La conversación fluye tan natural, que se me olvida el tiempo. Lástima que el espacio editorial también sea limitado. Silvy merece ser descifrada más allá de su cuerpazo. Merece hacerle un perfil que no se quede en la superficie, que le haga justicia.

Aquí, un intento:

El inexplicable camino al fitness

PC: De niña ¿alguna vez soñaste o te imaginaste ser famosa?

S: Ser famosa no era lo que me movía, más bien quería crear un impacto en las personas. Me fascinaba estar en un escenario, provocar sonrisas. Cuando estaba chiquitica, siempre que celebraba mi cumpleaños hacía un show en el que bailaba para los invitados. Me fascinaba todo lo que tenía que ver con el entertainment. Quería ser actriz y bailarina. Quería tocar vidas y también entender a las personas. Por eso estudié psicología y teatro.

PC: Si querías ser otra cosa, ¿cómo fue que elegiste este otro camino?

S: Soy muy cuadriculada, y cuando me propongo algo voy tras de eso. Estaba estudiando actuación en Nueva York, y la vida me fue conduciendo por este camino, la primera señal fue la muerte de mi padrastro.    

PC: Si, has dicho en varias ocasiones que la salud de tu padrastro fue el primer evento que te impulsó a hacer cambios en tu vida, y dedicarte al fitness. ¿Cómo fue el proceso que te condujo hasta “aquí”? ¡Tienes casi dos millones de seguidores!

S: Bueno, creo que la ignorancia es nuestro peor enemigo, yo veía cómo se alimentaba mi padrastro, era diabético y no se cuidaba. Y la alimentación puede servir para nutrirte, o para enfermarte. Cuando perdí a mi padrastro me di cuenta del daño que nos hacemos cuando no tenemos control sobre nuestro cuerpo; y eso me cambió el chip. Después, en la universidad, entramos en la ola fitness, y tomé varias electivas relacionadas con el tema, como Kinesiology. También estudié mucho sobre nutrición y deporte, y me di cuenta de cosas que no podía creer. Yo soy alguien que, si sabe que algo es malo, no lo hace; y cuando ya uno entiende bien el proceso de alimentarnos y ser saludables, es muy difícil cometer los mismos errores.

Sin embargo, Silvy cuenta que al principio entrenaba por verse bien, no por salud. Tampoco se había planteado la posibilidad de convertirse en una influencer de fitness.

“Soy muy cuadriculada, insiste, y entrar en el mundo de los influencers me parecía muy folclórico: sin horarios de trabajo… no sabía cómo iba a ganar plata y a mantenerme”.

Silvy tenía un cargo ejecutivo en una firma dedicada a manejar talentos digitales y estrellas del espectáculo, pero un día se preguntó: “¿Qué estoy haciendo con mi vida?”, y se respondió a sí misma: “¡Esto no es lo que yo quiero!”. “Siempre he sido una persona creativa, explica, por eso quise ser actriz, y pensando en eso me dije: ‘¿sabes qué?, voy a intentarlo’. Siempre he creído que, si haces algo, sea lo que sea, y lo haces muy bien y constante, te va a ir bien. Pero duré un año sin recibir ni un peso. Recuerdo que era diciembre y llamé a mi mamá preocupada, porque me sostenía sola en Miami, y le dije ‘estoy trabajando muy duro, he dejado de salir con mis amigas, invertí en comprar mi juego de luces… no sé qué estoy haciendo con mi vida’. Pero un mes después, me salió mi primer negocio, y todo se fue desenvolviendo poco a poco”.

Su éxito no ocurrió de la noche a la mañana, es el resultado de mucho esfuerzo y disciplina, un proceso que le llevó su tiempo. Le pregunto si ella puede identificar el momento, o la circunstancia que la situó en el siguiente nivel: el de influencer, a lo cual responde: “Siempre he sido muy dura conmigo misma, las cosas buenas que me pasaban no me parecían suficientes, me costaba trabajo ver los logros a medida que iba creciendo. Siempre pensaba, ‘me falta un poquito más´. Hasta que me llegaron invitaciones de dos aplicaciones de fitness, querían que yo fuera parte de ellas; son aplicaciones muy grandes, una es Sweat y la otra, Fitplan”.

Busco en Google, y descubro que Sweat es una aplicación de fitness exclusiva para mujeres, y Fitplan es una aplicación cuya promesa consiste en que vas a tener acceso a ¡la más grande lista de entrenadores de élite jamás reunidos! Entonces dimensiono el carácter de Silvy: su pasión, y compromiso, algo que ella corrobora al afirmar “Para mí es muy gratificante saber que puedo cambiar la vida de una persona de manera positiva. Eso es lo mejor de mi trabajo, y lo que me hace dormirme feliz cada noche”.

Pero lo realmente increíble, es que no se haya dejado deslumbrar por esas dos propuestas tentadoras, al contrario; la invitación a estar en esas plataformas, le hizo confirmar que algo estaba haciendo muy bien, y que debía ser fiel a su visión y a su sueño, así hubiera que esperar.

Decir “no” fue una decisión difícil, un riesgo, pero Silvy tenía muy claro que quería ser ella misma, y hacer las cosas a su manera.

Conectarse con su sabiduría interna, y anteponer la intuición al miedo, fue decisivo para concretar sus logros. Hoy recuerda cómo a raíz de la pandemia se dedicó a hacer lives de lunes a sábado, algo que le tomaba días enteros. Pero gracias a eso, se incrementó de manera exponencial, su número de seguidores; y cuenta con evidente entusiasmo que, en enero de 2021, lanzó su nuevo proyecto, tiene su canal de YouTube, y sigue trabajando en hacer realidad más sueños.

De familia y amores superados

Le he anunciado al principio de la entrevista, que ésta girará en torno a varios temas, y uno de ellos es el de las relaciones:

PC: Has dicho en repetidas ocasiones que eres cuadriculada y perfeccionista. ¿Afecta ese perfeccionismo el plano familiar y amoroso, eres controladora, o flexible?

Sonríe y expresa: “Bueno, ellos te podrían contar eso mejor que yo, pero voy a dar mi versión: soy muy familiar, mi familia es mi todo. Y en realidad yo soy perfeccionista y dura es conmigo misma, con los demás no; siempre trato de decirles cosas bonitas: ‘¡cómo estás de hermosa, de divina…!’ Mi perfeccionismo es una cuestión personal. Además, somos muy unidos, desde chiquiticos. Mis hermanas son mis mejores amigas, mi mamá también lo es, hablo con ella desde que me levanto todos los días de mi vida. Pero fuera de todo eso, nos apoyamos mucho. Mi mamá me ha apoyado en todo, a pesar de que al principio pienso que pudo haberle costado, como a cualquier mamá: ‘¡cómo así que quieres hacer eso…!’ Pero mi mamá me ha dejado soñar, creo que, gracias a ella y al apoyo que todos en mi familia me han dado, he podido seguir este camino. Me permitieron ser yo, y eso es lo más lindo, somos tan diferentes y tan iguales a la vez, cada uno tiene sus propias ambiciones y sueños, y eso es respetable. Pero en general soy cuadriculada con mi trabajo, con la gente soy relajada”.

PC: En el plano afectivo has tenido pocos novios, eres de relaciones largas. ¿Cómo han sido las rupturas, ha sido fácil para ti superarlas, o te han tomado su tiempo?

S: Yo soy muy dramática, lloro y ahhhh, (se pone las manos en el pecho en modo drama… y risas). Pero también es cierto que puedo salir muy rápido del dolor, soy muy echada pa’ lante. Hoy me puedes ver triste, pero mañana voy con toda, porque pienso que tengo que ir por mis sueños, que nadie es de nadie, compartimos con personas increíbles, estamos juntos, y cuando no funciona, no funciona. Todo trae cosas buenas, cada cierre trae también algo lindo, y es una puerta que se abre. Con las rupturas yo me aplico la psicología a mí misma diciéndome “vamos, ¡tú sí puedes!” Al principio me cuesta, y lloro, porque soy muy emocional y cuando me apasiona algo… ahhhh, pero es de personalidad. Al final, salgo adelante, creo que lo sé llevar.

Happy

PC: ¿Cómo describirías tu relación con Happy? Sé que él es un gran apoyo para ti, cuéntanos de qué manera lo apoyas tú a él.

S: Mi relación con Happy es la más diferente que he tenido. Al principio fue difícil para mí. Pero más que todo era por miedo al qué dirán, uno a veces se deja llevar por cosas tan bobas, yo no tengo ni un tatuaje… (es sabido que Happy tiene muchos) Pero soy de seguir lo que me dice mi corazón, y mi corazón me decía que él era alguien auténtico, honesto. Si hay algo que me fascina y enamora es la honestidad, y eso va más allá de si tiene el pelo pintado o no; lo importante es lo que tiene por dentro, y yo sentí una conexión muy linda con él, nos entendimos muy bien a pesar de ser tan diferentes. La relación ha sido muy linda porque nos complementamos. Yo lo empujo a él, porque él es más relajado que yo. Yo soy “¡corre!” y él me dice: “Silvy: cálmate, nada va a pasar, lo más grave no es tan grave”. En la cuarentena él fue un gran apoyo para mí, me acompañó en todos mis lives, somos un gran equipo. Happy y yo nos hacemos mucho bien.

P: ¿Cómo es Happy, es romántico?

S: Lo primero es que tiene un corazón muy noble, él no tiene malas intenciones jamás. Lo otro es que él es lo que dice. También es detallista, y a veces, un poquito frío. Como es Capricornio, tiene esa dualidad de ser un poquito frío y romántico a la vez, que es algo muy chévere porque no sé con qué va a salir, es súper impredecible, y eso me gusta mucho, me sorprende, me apoya… y lo más lindo es que es una persona que no juzga a nadie.

PC: ¿Y cómo eres tú en el plano afectivo, eres romántica o más bien pragmática?  

S: Yo soy Piscis: emocional y soñadora. Soy muy detallista, y cuando estoy con alguien, siempre estoy pensando cómo ayudar a esa persona, cómo apoyarla, cómo estar ahí y hacerla feliz. Soy romántica, pero no tanto, me cuesta un poquito, pero sí soy detallista, (risas) No sé, esa (pregunta) estuvo difícil.

PC: En alguna oportunidad mostraste tu casa a través de tus redes. Está hecha muy a tu estilo, tiene todo lo necesario para desarrollar tu proyecto. Me llamó mucho la atención que Happy tiene ahí al lado, su apartamento.

S: Sí, a mí dar ese paso me costó mucho, porque soy muy convencional y decía “me quiero casar primero antes de mudarme con alguien” Pero los dos necesitábamos mudarnos a un espacio que tuviera todo. Yo necesitaba un lugar donde entrenar y grabar mis videos, y él quería estar en Medellín por su música y su carrera… Entonces se me ocurrió tener un lugar para los dos, pero donde cada cual tuviera su propio espacio, y así estamos juntos, a mí me da miedo vivir acá sola. Es muy sano para la relación porque él allá tiene su estudio donde crear su música, y yo acá tengo mi oficina, mi casa, el set para hacer videos, tengo mi todo… Cuando lo conocí él se la pasaba viajando, en conciertos, no lo veía mucho, pero en este último año sí hemos estado juntos, y muy unidos.

En la cresta de la ola

En el mar infinito del fitness, un ámbito en el que la oferta es ilimitada y hay demasiada competencia, Silvy Araujo se mantiene en la cresta de la ola. Le pregunto cómo lo hace.

“Si uno es auténtico, explica, la gente se da cuenta de eso. Ser verdadero significa no decir o vender cosas que no uso sólo por hacer publicidad. Yo soy fiel a mí misma y a mis valores. Si digo algo, mis acciones tienen que reflejar eso. Eso, por un lado. Por el otro, cuando algo me gusta, y lo quiero mucho, lo doy todo, y siento que he tenido una conexión muy grande con mis seguidores. Siempre va a haber gente mejor, o menos buena que tú; pero la idea es enfocarte en ser tu mejor versión. No te compares con nadie, compárate contigo hace un año, dos. Y lo principal es hacer algo que te haga feliz. Si mi única meta fuera hacer crecer mis seguidores y ser la mejor, qué felicidad encontraría allí. Entonces 1: Estoy haciendo algo positivo para mi comunidad, pues la idea es unirnos más. Y 2: Doy algo que es verdad. Yo enseño, creo contenido de valor, doy tips, recetas… Más que mostrar mis abdominales, permanentemente me estoy preguntando qué puedo aportar yo de una manera positiva. Cómo a la gente le pueden servir mis tips o mi técnica. Eso es en lo que me he enfocado”.

PC: Algo que me llamó la atención de tus rutinas es que entrenas con lo que hay. Mientras cualquier otro experto en fitness hace sus videos con su set de pesas de 10, de 15 (LB) y promociona una marca, tú le dices a tu público: “si no tienes pesas, usa estas botellas llenas de agua, cárgalas en el morral…” Y es chévere porque les estás dando alternativas a las personas para que no se quedan quietas por el hecho de no tener un par de pesas a la mano. ¿Qué te hizo pensar de esa manera? Considero que esa es tu cualidad diferenciadora.

S: Yo soy equipo “No me rindo” desde chiquita (risas). Esa es mi manera de ver la vida. Creo que más que tener motivación, hay que tener disciplina, constancia para que no haya excusas. La motivación viene y va. Y cuando no hay motivación encuentras o inventas excusas: “hoy estoy cansada”, “Estoy de viaje”. y nunca mejoras tu estilo de vida. Mi mensaje es que con todo se puede, lo importante es moverte. Y entender que los básicos son los mejores, no es necesario aprenderse muchas cosas, sino hacer lo básico con buena técnica. No se trata de entrenar 3 horas, sino de hacer una hora bien hecha. Conectarme de esa manera con las personas es algo que he logrado este año, y ha sido una experiencia muy linda para mí.

PC: ¿Te escribe mucha gente contándote sus problemas?

S: Sí, claro. Me escriben y me cuentan sus frustraciones, sus inseguridades, pero sobre todo me contactan para hacerme preguntas de salud: ¿Qué como?, ¿Esto es bueno o malo?, Me siento inflamada ¿qué hago?” Pero lo más lindo es cómo tu contenido puede cambiar a una persona. Hay quienes me escriben y me dicen: “Silvy: cambié por completo mi estilo de vida, ya me amo a mí misma”, y eso empieza desde adentro: la manera en que te ves, la forma en que te hablas. Si cuando entrenas te repites a ti misma: “yo puedo, yo lo voy a lograr, soy una dura”, eso tiene un efecto muy diferente al que tendrías si te dijeras “qué pereza, soy una floja, nunca voy a cambiar”. Esa parla negativa contigo misma es la que tienes que cambiar, ahí es donde aplico mi psicología, trato de inculcarle a mis seguidores que todos podemos entrenar. Lo que quiero es que la gente cambie su chip y entienda que esto no es cuestión de motivación, no es cuestión de sí quiero, o no, porque la motivación viene y va, es cuestión de disciplina.

Más allá del fitness

PC: ¿Qué otras cosas haces fuera del fitness, en qué momento te desconectas o descansas de tu rutina de trabajo?

S: Bailo una o dos veces por semana, me inscribí en una academia de baile donde retomé esa pasión que tenía desde chiquita, el baile siempre hizo parte de mi vida, y eso me ayuda a desconectarme de la rutina, a pensar en otra cosa. Estos han sido unos meses duros, de mucho trabajo, no he dormido mucho, estoy sacando adelante el negocio y han sido muchas cosas a la vez. Pero también ha sido un año muy gratificante.

PC: ¿Qué herramientas utilizas a nivel emocional o espiritual para no dejarte agobiar por el estrés, y conquistar tu paz?

S: Hace unos meses me sentía abrumada y cansada, y me dije: “¡Algo tiene que cambiar!”, porque la vida es una. Tenemos que buscar nuestra felicidad porque el éxito no significa felicidad. Por eso, estoy trabajando cada día más en mí, estoy leyendo un libro buenísimo: “Deja de ser tu”, es sobre cómo tenemos una versión de nosotros mismos, y la creemos tanto, que pensamos que somos eso, pero tú puedes cambiar tu cerebro, cambiar tu chip; podemos cambiar esa idea que tenemos de nosotros y convertirnos en la versión que queremos ser, o alcanzar la felicidad que deseamos. Estoy en un proceso muy lindo que creo que va a durar toda la vida. Puede que nos veamos en un año y te cuente que sigo trabajando en el proceso, porque a veces echamos para adelante, y otras para atrás, sé que eso es así; pero quiero mejorar, quiero estar más tranquila, quiero aprender a manejar el estrés, las emociones. Estoy en esa búsqueda de entenderme un poquito más, de conocerme mejor. Ahí voy.

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