El coronel retirado del Ejército colombiano Alfonso Plazas Vega, absuelto por la Corte Suprema de una condena a 30 años de cárcel por los hechos del Palacio de Justicia, reclamó hoy al presidente Juan Manuel Santos que se levante de la mesa de negociación con las FARC en La Habana y empiece a gobernar.
«Santos todavía se puede salvar de pasar a la historia como el presidente del gobierno mas desafortunado de la historia de Colombia», señaló en una entrevista con Efe en Miami (EE.UU.).
Plazas Vega, que desde su absolución en diciembre pasado reside fuera de Colombia, participará el viernes 1 de abril en un «plantón» frente al consulado colombiano en Miami, una de las protestas convocadas fuera de Colombia para acompañar las programadas para el 2 de abril dentro del país.
Organizadas por el Centro Democrático, liderado por el expresidente Álvaro Uribe, las protestas son para decir «No+» (No más) a la corrupción, el narcotráfico, la subida de impuestos, el desempleo y a «arrasar con las instituciones y normas en nombre de la paz», entre otras muchas cosas.
A una pregunta de Efe sobre si hay un paralelismo entre estas marchas y las que la oposición al Gobierno de Dilma Rousseff realiza en Brasil, Plazas Vega, que fue director nacional de Estupefacientes en el primer Gobierno de Uribe, subrayó que la situación en Colombia es «peor» que la del gigante suramericano.
«Ellos (los brasileños) no tienen un ejército revolucionario criminal con un pasado tortuoso como las FARC», indicó.
Por eso, aunque en la convocatoria no se mencione expresamente, Plazas Vega asegura que los colombianos residentes en Miami, Atlanta, Houston, Washington y Nueva York, en EE.UU., y los de las otras ciudades donde habrá protestas el viernes o el sábado próximos también van a decir «No+» a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Para él, esa organización guerrillera es «el centro de gravedad» de todo lo que es negativo para Colombia y el Gobierno de Santos con las negociaciones de La Habana le está abriendo la puerta del país al totalitarismo.
«No es un proceso de paz es un proceso de entrega de Colombia para acabar con el sistema democrático e imponer un sistema totalitario», dice convencido de que, siguiendo las directrices de Cuba, el «comunismo internacional quiere abrir sucursal» en su país.
A una pregunta de Efe, el coronel que se retiró del Ejército en 1992 porque se le excluyó de la posibilidad de ascenso a general, opinó que después de la caída del bloque soviético, el comunismo ha seguido intentando mantener influencia y captar países de una manera «más suave», «más torticera», que antes.
En América Latina ha tomado la forma del «socialismo del siglo XXI», pero «van a fracasar» en su intento de crear una especie de «bloque», aunque eso no significa que el peligro vaya a desaparecer para Colombia, señala.
A su juicio, las FARC buscan llegar al Congreso para desde allí lograr lo que no han podido por la fuerza de las armas en medio siglo. Su táctica es obtener concesión tras concesión del Gobierno de Santos a cambio de una supuesta renuncia a la lucha armada, dice.
Esa es la razón, a su juicio, de que el acuerdo de paz no se haya firmado el 23 de marzo como ambas partes se habían propuesto.
«Las FARC no van a firmar, seguirán exigiendo y les seguirán cumpliendo, siempre habrá algo mas que pidan», indicó sobre un proceso de paz que a su juicio está en estado «agónico», mientras en Colombia «hay un total desgobierno».
«El presidente Santos debería levantarse de la mesa de negociación y dedicarse a atender los problemas de los colombianos. Yo le recomendaría que deje de funcionar como un comisionado de paz y se dedique a cumplir algunas de las cosas que prometió cuando fue elegido», subrayó.
El coronel, que afirma que no puede residir en Colombia porque nadie le garantiza su seguridad ni sus derechos, anunció a Efe que está escribiendo un libro, que piensa publicar este año, donde cuenta todo lo que sabe sobre el asalto al Palacio de Justicia de Bogotá en 1985 por parte del Movimiento 19 de Abril y la operación militar para recuperar el edificio y liberar a los rehenes.
Plazas Vega recordó que ha entablado acciones legales en contra de los jueces que en primera y segunda instancia, en 2010 y 2012, le condenaron a 30 años de cárcel como responsable de desapariciones de algunas personas tras la recuperación del Palacio, condenas desestimadas en 2015 por la Corte Suprema, que consideró que no había pruebas que lo vinculasen con los delitos que se le imputaban.
En el libro contará lo que él presenció de aquel sangriento capítulo de la historia de Colombia, lo que investigó por su cuenta después y el trasfondo del proceso judicial por el que estuvo privado de libertad desde 2007.
«Van a descubrir realidades ocultas, van a poder hilar cosas que no habían hilado», subrayó.