Habrás practicado algún ejercicio siguiendo vídeos de YouTube, habrás intentado preparar nuevas recetas de cocina, o habrás sacado todos los juegos de mesa que tenías en algún cajón. Pero lo que seguro has aprovechado hacer en estos días de aislamiento por el COVID-19, es limpiar de arriba abajo tu casa.
Pero, aunque hayas conseguido dejarla más reluciente que nunca, seguro que, si buscas un poco más, todavía te queda algún rincón desordenado con multitud de cuadernos a mitad de usar, papeles apilados, etc.
Aprovecha para hacer estas cosas que, aunque no se ven, son también muy importantes, y que normalmente no podrías hacer por falta de tiempo. Combate el aburrimiento con estas nuevas ideas de limpieza. ¡Enfócate en lo bueno!
Existen infinidad de cosas que podemos limpiar en nuestra casa, pero de nada servirá si no mantenemos también el orden. Dedícale un poco de tiempo cada día a cada una de las cosas de esta lista y deshazte de todas las cosas que habitualmente mantenemos sin motivo.
Afortunadamente, no solemos ponernos malos habitualmente. Así que por suerte o por desgracia, seguro que tenemos algún medicamento caducado. Así que ha llegado el momento de tirar aquellos tratamientos que ya no necesitamos o que están caducados, y ordenar el resto. Guarda siempre los envases originales de cada uno, aunque ocupen más espacio para asegurarte de conservar las fechas de caducidad. ¡Más vale asegurarse!
Si eres de los que cada mes compra su revista favorita, seguramente tendrás unas cuantas acumuladas. Revísalas y quédate únicamente con las más interesantes (revista Actual definitivamente se tiene que quedar). De este modo, podrás organizarlas mejor y colocarlas en algún lugar de la casa donde realmente te apetezca volver a leerlas.
Muchas veces hemos renovado el color de las paredes de nuestra casa y queda un poco de pintura en las latas, las cuales guardamos ‘por si acaso’. Pues resulta que las pinturas también tienen fecha de vencimiento y si no las revisamos cada tanto, nos encontraremos con un pegoste que no nos será para nada útil. Deshazte de aquellas que no sirven, pues las latas ocupan mucho espacio de almacenamiento.
No hablamos de una modificación física, sino de desocupar el espacio de artículos que ya no nos son útiles. De seguro tendrás prendas y accesorios que no has utilizado en años y seamos sinceros, no volverás a ponerte jamás. Sé inteligente y sácalos de tu armario para ganar espacio.
Hay días que nos vamos a vestir y justo la pieza de ropa que hemos escogido para ponernos ese día tiene un defecto, así que perdemos tiempo en buscar otra que nos combine o incluso nos toca cambiar todo el atuendo. Aprovecha la estancia en casa y busca si tus prendas tienen hilos sueltos, les falta un botón, tienen la corredera dañada o necesitan una que otra costura, ¡y reparalas! Las que realmente no tienen salvación, ¡ni modo!
Si tiene hijos pequeños, es un buen momento para clasificar las prendas útiles. Como crecen en un abrir y cerrar de ojos, ocupa una tarde con tu hijo para medirle las prendas que consideres que están a punto de no quedarle por su talla. Puedes regalarlas a familiares y amigos que tengan hijos en edades parecidas, o también puedes donarlas a fundaciones, las cuales apreciarán tu gesto infinitamente. ¡Nunca botes la ropa que se queda, por favor!