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Publicado 19 abril, 2018
‘Héroes Forte’ busca reconocer a los héroes cotidianos que ayudan a los más vulnerables y no se dejan vencer por el dolor.
Por su destacado trabajo social con madres adolescentes en el país, Catalina Escobar es conocida como la ‘madrina de Cartagena’. Su labor inició cuando se percató del maltrato infantil presente en Cartagena, por las elevadas cifras de abuso sexual y embarazo en adolescentes.
En 2015 el número de nacimientos en mujeres adolescentes en la nación fue 142.024, y la tasa de embarazo fue del 17.5%. Esta situación y la trágica muerte de su hijo, la llevaron a emprender la misión de salvar y transformar la vida de miles de bebés y mamás jóvenes en la ciudad de Cartagena, hasta convertirse en el apoyo y figura materna de muchas niñas colombianas.
A sus 47 años, Catalina lucha día a día para ofrecerles a otros la posibilidad de tener una vida mejor fuera de las zonas vulnerables. “Me di cuenta de que la única forma de asegurar la salud física y emocional a largo plazo de los niños es logrando que las madres adolescentes cuenten con un apoyo real, donde se sientan seguras, amadas y empoderadas. Con la capacidad de soñar, de adueñarse de su cuerpo, de su futuro y el de sus hijos, y así, poder salir del ciclo vicioso de la pobreza”, afirma la Catalina.
Esta labor que ha desempeñado por más de 16 años ha sido reconocida por Dolex Forte. “Sin importar las largas jornadas, el cansancio, el insomnio, el dolor de espalda o de cabeza, en la Juanfe trabajamos fuertemente para brindarles a estas niñas un mejor futuro. Para aquellos días en los que el dolor físico nos limita para desarrollar nuestras labores, contamos con el mejor aliado y que nos brinda alivio, Dolex Forte”, asegura Escobar.
Para Catalina, su jornada y la de su equipo de trabajo en la fundación está lleno de emociones, sentimientos encontrados y ganas de seguir ayudando a quienes más lo necesitan. En la ‘Juanfe’ cada beneficiaria tiene un gran peso emocional por su contexto familiar, su pasado o situación económica. La mayoría de niñas beneficiadas han sido víctimas del maltrato físico, psicológico, e incluso algunas de ellas fueron violadas y como consecuencia de este acto resultaron embarazadas. “En compañía de nuestros colaboradores, cada una de estas niñas trabajan arduamente para seguir adelante, fortalecer su autoestima y formarse en algún oficio productivo que les pueda generar ingresos, a pesar de su pasado. Verlas llenas de esperanza y con brillo en sus ojos nos recarga de energía, humanidad, fortaleza y nos demuestra que cualquier obstáculo puede vencerse con amor y perseverancia”, explica Catalina.
En compañía de su equipo de trabajo, conformado por 100 personas aproximadamente, Catalina ha logrado beneficiar alrededor de 4.000 madres adolescentes y 5.000 bebés a lo largo de estos años, razón por la cual dedica completamente su vida a la Fundación.
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