Colombia llora la muerte de Miguel Uribe Turbay, precandidato presidencial víctima de un atentado
Colombia amaneció este lunes 11 de agosto de 2025 con la noticia del fallecimiento del joven senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay, quien murió tras permanecer más de dos meses internado luego de haber sido víctima de un atentado durante un acto de campaña en Bogotá
El 7 de junio, en la localidad de Fontibón, Occidente de Bogotá, Uribe Turbay recibió varios disparos mientras participaba en un mitin. El ataque le provocó lesiones graves en la cabeza, por las que fue trasladado de urgencia a la Fundación Santa Fe, donde fue sometido a varias cirugías de emergencia.
A pesar de los esfuerzos médicos, su condición se mantuvo crítica. El 11 de agosto, su esposa, María Claudia Tarazona, confirmó su muerte en la madrugada, a la 1:56 a.m., con un emotivo mensaje en redes sociales: “Descansa en paz amor de mi vida, yo cuidaré a nuestros hijos”.
La muerte de Uribe Turbay conmocionó al país y generó reacciones inmediatas de líderes políticos. El expresidente Álvaro Uribe Vélez expresó su pesar con un mensaje cargado de dolor: “Matóron la esperanza”, mientras que la vicepresidenta Francia Márquez hizo un llamado a la unidad frente a la violencia política.
La Alcaldía de Bogotá decretó tres días de duelo por el fallecimiento del político, destacando su trayectoria como concejal, secretario de Gobierno y senador, y su aporte al servicio de la ciudad
Uribe Turbay, de 39 años, formaba parte del Partido Centro Democrático y buscaba la nominación presidencial para las elecciones de 2026. Era nieto del expresidente Julio César Turbay Ayala, y su madre, la reconocida periodista Diana Turbay, fue asesinada al ser rescatada tras un secuestro en 1991. Su esposa también rindió homenaje con una conmovedora reflexión: “Nuestro amor trasciende este plano físico. Cuando cumpla mi promesa con nuestros hijos, vendré a buscarte para tener una segunda oportunidad”.
Foto: Instagram
Miguel Uribe Turbay perdió la vida tras ser baleado durante un mitin político en junio; la víctima más reciente de la violencia contra aspirantes públicos en el país. Su muerte deja a Colombia reflexionando sobre la fragilidad de la democracia y la necesidad urgente de garantizar espacios seguros para el ejercicio político.