Claudia Díaz Buelvas
Vocación de servicio y amor por el conocimiento
Nació en Morroa, Sucre, pero tiene el corazón profundamente arraigado en Barranquilla. Con más de tres décadas de experiencia como fisioterapeuta, Claudia ha consagrado su vida al alivio del dolor, la rehabilitación y el acompañamiento de sus pacientes.
Nacida para cuidar
Madre de dos hijos exitosos y comprometidos —un médico y un piloto que hoy viven en el exterior—, Claudia ha logrado equilibrar armoniosamente este hermoso rol con su vocación profesional. El amor por sus herederos la llevó a involucrarse activamente en su educación y desarrollo. Se esforzaba por recogerlos diariamente en el colegio porque sabía que ese corto trayecto era el momento perfecto para escuchar lo que les pasaba. “Uno no puede ser mamá a medias. Yo nací para ser mamá: nací para cuidar”, declara.
Además de su dedicación familiar, Claudia se ha destacado por su incesante deseo de aprender, toda una marca personal. Acaba de terminar un diplomado en patología vulvar y es miembro activa de asociaciones de fisioterapia y rehabilitación de piso pélvico a escala nacional e internacional. “Siempre estoy estudiando. Lo hago para mejorar mi servicio y seguir creciendo como profesional y como ser humano”, expresa con firmeza.
Pionera en rehabilitación de piso pélvico en Barranquilla
El nombre de Claudia Díaz es ampliamente reconocido en la ciudad por ser la primera fisioterapeuta en implementar en Barranquilla, hará pronto una década, el servicio de rehabilitación de piso pélvico, un área de la salud históricamente invisibilizada, pero que atraviesa la vida entera de las mujeres. Desde su compañía médica, FISIOTERAPIAS CLAUDIA DÍAZ IPS, fundada con su entereza característica y que hoy cuenta con 11 trabajadores convertidos en familia, Claudia lidera un modelo de atención basado en el conocimiento científico, la empatía y la transformación integral del paciente.
“El piso pélvico es, literalmente, el suelo en que se sustenta la vida de la mujer. Por eso, ayudamos a preparar el cuerpo femenino para cada proceso, desde el embarazo hasta la vejez”, explica. Su propuesta no se limita a tratar síntomas, sino a prevenir y educar. “Hay muchos dolores, molestias o condiciones que las mujeres normalizan cuando la realidad es que no existe razón para ello”, declara.
Para ella, la clave del éxito terapéutico está en el involucramiento del paciente, pues si este no se compromete, todo conocimiento que posea el profesional a cargo o toda tecnología empleada serán una inversión insuficiente. Por eso, cada sesión en su consultorio es también un acto pedagógico, un espacio donde la mujer aprende a conocerse, escucharse y cuidarse.
“Nuestra sociedad no le da a la salud pélvica la importancia que merece. Mi misión es visibilizarla, enseñarla y atenderla con respeto”.
Claudia Díaz
El piso pélvico: suelo en que se apoya la salud femenina
Según la doctora Díaz, la rehabilitación de piso pélvico debería ser un servicio esencial para todas las mujeres, independientemente de su edad. “No tenemos por qué aceptar que el embarazo y las relaciones sexuales sean sinónimo de dolor”, señala. Su trabajo por tanto, se aboca a devolverles a las mujeres el poder sobre su propio cuerpo y mostrarles que su experiencia femenina puede enmarcarse en la plenitud.
Educar para prevenir, prevenir para transformar
Actualmente, la doctora Díaz sigue afianzando su filosofía de prevención. Atiende casos de niñas con disfunciones miccionales, adolescentes con dolor menstrual, madres recientes con diástasis abdominal o incontinencia urinaria, y adultas mayores con dificultades urinarias. La sexualidad, frecuentemente silenciada, ocupa un lugar central en su práctica. Claudia ayuda a muchas mujeres a recuperar el placer y la confianza en su vida íntima. “No hablo desde la sexualidad genital, sino desde el bienestar corporal completo”, explica.
La doctora Claudia Díaz Buelvas, más allá de sanar cuerpos, busca devolverles la confianza y la dignidad a sus pacientes. Su voz es firme, su práctica delicada y su mensaje claro: el conocimiento y el amor pueden transformar la salud femenina desde el mismo suelo que la sustenta.
Las mujeres que la inspiran
Al ser criada por una tía, Claudia aprendió desde niña que la fortaleza femenina no necesita aplausos ni permisos. Su entorno estuvo lleno de mujeres valientes: primas, amigas, colegas, muchas de ellas también emprendedoras, que la apoyaron en momentos tan difíciles como su divorcio. “Una mujer no sale sola de una crisis. Hay que tener una red presente, porque muchas veces, antes que palabras de apoyo, lo más bello es saber que alguien está ahí para ti”, reflexiona. Hoy, ella misma es guía e inspiración para otras.