Ya no son los ni los triquinis, ni los biquinis mínimos, ni colores flúor, ni braguitas de talle alto de los años 50. Ya todas estas piezas se reinventaron en la constante de la moda, que funciona así, de ninguna otra manera pues ya todo está inventado.
Ahora es el turno de Pamela Anderson. Ese vestido de baño rojo que todos tenemos en nuestra mente. De talle alto que alarga las piernas y favorece a las bajitas, escote pronunciado en v que mágicamente no acentúa tanto el contorno del pecho, como podría parecer, pero que tampoco exagera o disimula nada. Sin duda es apto para todas las figuras, a todas las estiliza, aunque debemos aceptar que a quienes más favorecen son a las de más curvas.
La tendencia la captaron primeramente las Kardashian y las Jenner, seguramente por sus figuras parecidas a las de Pamela, después les siguieron las Hadid (Bella y Gigi) y ahora, el 90% de hombres y mujeres quiere esta pieza, para verla o lucirla, respectivamente, por supuesto.
Las marcas también han volado con la tendencia, que como era de esperarse, lanzó Zara en su línea de verano y que ha sido la pieza estrella. Igual que a las Kardashian, a Zara le siguió Topshop,H&M, Asos, Nasty Gal y hasta firmas de superlujo como Alberta Ferreti o Fendi.
En fin, todas queremos uno de estos.