Fallece Jane Goodall a los 91 años: el mundo despide a la pionera que transformó la relación entre humanos y animales
El mundo de la ciencia, el conservacionismo y la cultura global se viste de luto tras confirmarse el fallecimiento de Jane Goodall, reconocida primatóloga británica y una de las voces más influyentes en la defensa de los animales y el medioambiente
La noticia fue dada a conocer el 1 de octubre de 2025, indicando que la investigadora murió a los 91 años por causas naturales mientras se encontraba en California como parte de una gira de conferencias.
Foto: SUMY SADURNI/AFP via Getty Images
Goodall se convirtió en una figura icónica desde la década de los años 60, cuando inició sus estudios en el parque nacional Gombe Stream, en Tanzania. Sin contar con formación científica formal en ese momento, revolucionó el conocimiento sobre los primates al observar que los chimpancés utilizaban herramientas, mostraban emociones complejas y tenían estructuras sociales avanzadas. Su mirada empática y rigurosa cambió para siempre la forma en que el mundo entiende a los animales.
En 1977 fundó el Instituto Jane Goodall, dedicado a la conservación, investigación y educación ambiental, con presencia internacional. Además, impulsó el programa juvenil Roots & Shoots, que fomenta el activismo ecológico en niños y jóvenes, una iniciativa que hoy abarca decenas de países.
La noticia de su muerte ha generado mensajes de reconocimiento desde distintos ámbitos. Figuras públicas, organizaciones ecológicas y medios internacionales destacaron su influencia. El príncipe William, conocido por su compromiso ambiental, expresó que Goodall fue “una voz extraordinaria y un modelo de compasión científica”. Además, instituciones académicas, organizaciones ambientalistas y celebridades utilizaron sus plataformas para rendir homenaje a su legado.
Entre los múltiples reconocimientos que recibió a lo largo de su carrera se encuentran la Medalla Presidencial de la Libertad en Estados Unidos, el título de Dama Comandante del Imperio Británico y su nombramiento como Mensajera de la Paz de las Naciones Unidas. Su trabajo traspasó fronteras científicas, convirtiéndola en una figura de referencia para el activismo ambiental contemporáneo
Su fallecimiento marca el final de una era, pero también refuerza la vigencia de su mensaje: el vínculo entre humanos y naturaleza es inseparable, y cada persona puede generar un impacto positivo. Su vida, dedicada a la observación, la educación y el activismo, dejó huella en generaciones de investigadores, estudiantes y defensores del planeta.
Jane Goodall no solo estudió a los chimpancés: logró que el mundo los mirara con respeto, inteligencia y humanidad. Su voz permanecerá viva en cada causa ambiental que hoy sigue inspirando su nombre.