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Publicado 28 agosto, 2025
Hallan cápsula del tiempo enterrada por la princesa Diana con objetos nostálgicos de los años 90
A punto de cumplirse 28 años de su fallecimiento, la princesa Diana vuelve a impactar al mundo al desenterrar una cápsula que contiene reliquias tecnológicas y culturales de los años 90, enterrada por ella misma y dos niños en 1991
Una conmovedora cápsula del tiempo enterrada en 1991 por la princesa Diana fue recientemente abierta en el Hospital Great Ormond Street de Londres, sede del emblemático edificio Variety Club. Aunque estaba prevista para permanecer enterrada durante siglos, su apertura se adelantó debido a trabajos de construcción del nuevo Centro de Cáncer Infantil.
Foto: Great Ormond Street Hospital (GOSH)
El contenido de la cápsula representa una auténtica cápsula cultural de los años 90: un CD de Kylie Minogue, el emblemático Rhythm of Love, elegido por el entonces niño de 11 años David Watson, junto con un televisor portátil tipo Casio, una calculadora solar, monedas británicas de la época, un holograma con la forma de copo de nieve, una fotografía de Diana, un ejemplar de The Times del día del entierro, semillas de árbol, un pasaporte europeo y una hoja de papel reciclado.
Todos los objetos fueron seleccionados en conjunto por la princesa y dos pequeños pacientes, ganadores de un concurso del programa infantil Blue Peter.
A pesar de los más de 30 años que la cápsula permaneció bajo tierra, muchos de los objetos salieron en excelente estado de conservación, lo cual fue una grata sorpresa para el personal que participó en su extracción
Para ellos, descubrir el televisor de bolsillo, por ejemplo, también significó evocar memorias personales: “Me trajo muchísimo recuerdos”, relató Janet Holmes, quien estuvo presente durante el entierro original.
Foto: Great Ormond Street Hospital (GOSH)
El hallazgo fue descrito como profundamente emotivo, una conexión tangible con los momentos marcados por Diana en su labor como presidenta honoraria del hospital, posición que ocupara entre 1989 y su muerte en 1997. Su legado humanitario sigue presente en estas acciones simbólicas, que reflejan su cercanía con los niños y su dedicación por causas sociales. En paralelo, el hospital anunció que en el lugar donde estaba enterrada la cápsula se construirá un nuevo centro oncológico infantil, cuya apertura está prevista para 2028. Este espacio será un recurso nacional para tratamientos pediátricos centrados en el bienestar emocional y físico de los niños. También se planea enterrar una nueva cápsula del tiempo con objetos actuales que puedan hablar por esta generación.
