Alejandro Sanz responde tras acusaciones de Ivet Playà: “Qué pena que este sentimiento se haya roto”
El 17 de junio de 2025, el cantante español de 55 años reaccionó públicamente a las fuertes acusaciones de una exfan, Ivet Playà, quien afirmó haber mantenido una relación íntima con él cuando ella tenía 18 años y él 49, y que posteriormente la dejó sintiéndose “utilizada, humillada e incluso sucia”
Ivet relató que su vínculo comenzó en 2015 cuando ella era seguidora y él la contactó por redes sociales, llegó a trabajar para él e incluso asistió a 10 conciertos en un mes y medio.
Aseguró que lo vivido fue un vínculo íntimo y sexual entre adultos, pero que terminó siendo “una terrible pesadilla”. Destacó sentirse “engañada, utilizada, humillada e incluso sucia” y afirmó que sus acciones “traspasaron cualquier límite moral e incluso humano”. La joven también mencionó que, con 22 años, se mudó de Barcelona a Madrid para trabajar con Sanz y que incluso se espiaban sus conversaciones privadas.
En un mensaje publicado en sus historias de Instagram, Sanz afirmó: “Ivet, yo tenía un recuerdo muy bonito de nosotros dos, personas adultas compartiendo su cariño, siendo libres. Qué pena que este sentimiento se haya roto ahora”.
Foto: Instagram
Reveló además que en mayo, Ivet le propuso invertir en negocios familiares. Tras consultar con sus asesores, rechazó la oferta: “En el mes de mayo me ofreciste participar en invertir en unos negocios familiares tuyos, tras revisarlo con mis asesores te dije que no”
Concluyó su mensaje afirmando: “Nunca he sido partícipe de estas prácticas y así seguiré toda mi vida. Te deseo que encuentres pronto tu camino y felicidad”. Sanz defiende que lo que vivieron fue entre “personas adultas” y niega categóricamente haber incurrido en conductas inapropiadas.
Foto: Instagram
La polémica ha generado debate en redes: algunos defienden a Ivet, criticando la diferencia de edad y la dinámica de poder, mientras otros cuestionan que la relación fuera consensuada entre adultos. Hasta el momento, Ivet no ha anunciado acciones legales y afirma que lo suyo no es una denuncia, sino una exposición de comportamientos “moral y humanamente inaceptables”
Este cruce expone una conversación delicada sobre consentimiento, poder y memoria personal. La disposición de Sanz a hablar públicamente contrasta con la seriedad de las acusaciones de Playà, dejando abierto el debate sobre la dinámica y veracidad de los hechos.