Claudia Espinosa Puello
Una líder nacida para servir
La actual alcaldesa de Turbaco es una mujer que representa la fuerza de su origen. Nacida y criada en este municipio de Bolívar, su vida ha estado marcada por el ejemplo de sus progenitores. Particularmente su padre, médico reconocido y respetado en la comunidad, dejó una huella indeleble en ella al enseñarle con el ejemplo que el bienestar de los demás es prioridad.
De y para el pueblo
Desde muy joven, Claudia comprendió que el servicio a los demás no era una opción, sino una forma de vida. Tal conciencia se tradujo en una elección profesional con sentido que encontró finiquito en su formación como educadora. Para ella, el proceso de transformar la vida de las personas comienza en el aula de clases y, con el apoyo de la familia, se proyecta hacia el territorio. Su sensibilidad hacia las causas sociales, su compromiso con la niñez y su lucha por garantizar los derechos de las mujeres son características que ha cultivado a lo largo de décadas de trabajo público.
Hoy, además de liderar la administración municipal del municipio que ama, es madre de una niña que está próxima a la adolescencia, Gabriela Ardila. La experiencia de la maternidad le brindó a Claudia la posibilidad de entender la dimensión de su liderazgo desde una perspectiva enriquecedora. “Gabriela despertó en mí, además del natural espíritu maternal, la necesidad de poner todo mi esfuerzo y capacidad al servicio del desarrollo integral de la niñez, los jóvenes y las mujeres”, afirma.
En lo cotidiano, se define como una persona sencilla, amante de las plantas ornamentales y de los animales. Su conexión con la naturaleza refleja también su sensibilidad por los entornos vitales y su compromiso por el bienestar de las personas que los habitan. Claudia Espinosa, sin lugar a dudas, encarna a la perfección la concepción de un liderazgo “natural”.
“Quiero terminar mi período como alcaldesa y que, al salir a la calle, sienta todavía el cariño, el respeto y la admiración que por años me han profesado mis conciudadanos”.
Claudia Espinosa
Liderazgo colectivo
Claudia Espinosa es la primera mujer elegida por voto popular como alcaldesa de Turbaco. Este hecho trasciende el acto democrático y marca un antes y un después en la historia política y social del municipio. Su mayor logro, como ella misma lo señala, ha sido “convocar el interés de los hombres y mujeres de Turbaco hacia un objetivo común: el desarrollo del territorio y el bienestar de quienes lo habitan”.
En ese proceso, logró despertar el liderazgo y el compromiso de la mujer turbaquera. Hoy, las mujeres del municipio se sienten dueñas de su destino, se reconocen en Claudia, la ven y se ven. Se trata de una representación poderosa porque involucra un proceso de empoderamiento tangible. “Ver a una mujer liderando, desde el respeto, la disciplina y la capacidad, abre caminos para que muchas más se atrevan”, asegura.
Claudia, sin embargo, no elude el hecho de que la política ha sido un reducto históricamente masculinizado, por lo que insertarse en ese espacio de visibilidad y servicio exige de una mujer romper con múltiples barreras. “El mayor reto ha sido quebrar los paradigmas atávicos ligados al patriarcado”, afirma. Pero no lo ha hecho desde el antagonismo, sino desde la perseverancia, la formación académica, la disciplina y la vocación de trabajo. De este modo, demuestra que las habilidades con las que tradicionalmente se identifica a la mujer —organización, capacidad de escucha y cuidado, por solo citar algunas— son también atributos indispensables para una buena gestión pública.
Su experiencia como concejala durante tres periodos le permitió conocer de primera mano las necesidades del municipio. Desde allí, comenzó a construir un proyecto político que no se quedó en el discurso, sino que tomó forma en acciones concretas a partir de la formulación y aprobación de las políticas públicas municipales de mujer, infancia y adolescencia, lideradas por ella desde su acción política y que hoy, como alcaldesa, se han materializado en programas con presupuesto propio incluidos en el plan de desarrollo.
“Estoy muy contenta de ver a la gente comprometida, cada uno aportando su granito de arena en el interés de juntos construir un futuro mejor para Turbaco”.
Claudia Espinosa
Gobernar con empatía
Desde el primer día de su mandato, Claudia Espinosa ha trabajado para que la gestión pública se traduzca en resultados concretos para la gente. Gobernar, para ella, es acercarse, entender, escuchar. No desde el púlpito del poder, sino desde la calle: la voz popular, las historias de vida de quienes caminan cada día con esperanzas y enfrentan problemas cotidianos.
Uno de sus principales logros ha sido, precisamente, consolidar un estilo de gobierno cercano que promueve la participación ciudadana y que pone en el centro la construcción colectiva de soluciones. “Ver a mi pueblo unido en torno a un interés común como el desarrollo y el bienestar es profundamente satisfactorio”, expresa.
La infancia, la adolescencia y la mujer son grupos poblacionales que tienen especial interés en su gestión. Pero no se trata de una conveniente bandera política, sino de un eje estructurante de su gobierno a través del cual ha impulsado y sigue impulsando programas de formación, apoyo psicosocial, oportunidades laborales y espacios de protección, con una mirada transversal de derecho. Cree firmemente que empoderar a una niña, a una madre o a una joven es construir el futuro de toda una comunidad.
Claudia es consciente de que el legado, su legado, no es un edificio que se construye en la inmediatez. Por eso es constante y espera que su paso por la Alcaldía inspire a nuevas generaciones de lideresas, antes que desde el culto a la figura, desde la posibilidad real de que las mujeres pueden ocupar espacios de decisión y transformar la realidad en la que se desenvuelven.
Un camino ensanchado por grandes
Claudia no está sola. En cada paso de su vida ha estado acompañada por mujeres que la han inspirado. Cita inicialmente a su madre, ejemplo de entrega y ternura. También menciona a sus colegas educadoras, quienes representan un símbolo de lucha silenciosa y transformación constante. Pero, sobre todo, la inspira la figura de la mujer turbaquera, que en cada historia le ha enseñado a resistir y a cuidar. “La inspiración femenina está en todas partes, en los pequeños gestos cotidianos, en las palabras que alientan y en la valentía de quienes no se rinden”, destaca.
Turbaco en clave de futuro
Bajo el liderazgo de Claudia Espinosa, Turbaco se proyecta como un municipio con visión estratégica en el pujante departamento de Bolívar. Durante su administración, la promoción de alianzas interinstitucionales para fortalecer la educación, la infraestructura social y la participación comunitaria ha ocupado un lugar protagónico. Por otra parte, Claudia continúa liderando proyectos de desarrollo sostenible en los que se promueve el respeto por el entorno natural y la biodiversidad del territorio.
Finalmente, se destaca su lucha por garantizar el acceso equitativo a servicios públicos de calidad. La mejora en las vías interiores y de acceso, y la expansión de programas culturales, deportivos y productivos dan cuenta del duro trabajo que realiza su administración para consolidar una Turbaco más inclusiva y moderna.
Mujer, madre y líder
Aunque reconoce que no ha sido fácil equilibrar las exigencias de su rol como alcaldesa con su vida familiar, Claudia encontró en su hija, y su núcleo cercano una red de apoyo sólida. “Gabriela, por ejemplo, siendo tan joven, entiende que su madre debe multiplicarse para atenderla a ella y para atender a los demás niños, jóvenes y adultos del municipio”, revela. Aun así, siempre encuentra tiempo para compartir lecturas, películas y momentos de esparcimiento que la conectan con la cotidianidad del hogar, ese espacio íntimo que también necesita de cuidado. Claudia Espinosa Puello es la prueba fehaciente de que el liderazgo femenino es posible, a pesar de las adversidades y los retos. Su vocación por el servicio, su sensibilidad pedagógica y su apuesta por el bienestar colectivo consolidan hoy una gestión que siembra confianza y cosecha esperanza.