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SEXO

Publicado 24 mayo, 2016

El as bajo la tanga

Por: Pandora

¿Que cómo haces para mantener a un hombre interesado? Pues simple y sencillo, amiga mía. El método requiere de determinación, fuerza de voluntad y práctica, ya que puede que no funcione al primer intento, menos si hay sentimientos o atracción de tu parte. Claro, hay algunas excepciones a la regla que expondré a continuación, pero garantizo que funciona en la mayoría de los casos.

Aunque el juego de seducción no es un asunto lineal, te puedes ahorrar más de un patán, más de un disgusto, más de una lagrimilla si actúas de forma cautelosa y premeditada. Antes de proseguir, notifico que esto no aplica para el sexo casual, sino para un prospecto de relación estable.

Lo primero a tener en cuenta es que él se quiere acostar contigo. Así te llene de flores, chocolates, serenatas, palabras dulces y emoticones cursis, se quiere acostar contigo. No es que los hombres sean unos pervertidos, es que esa es su naturaleza, y lo que marca la gran diferencia entre ellos y nosotras. Y sí, mientras tú estás pensando en corazones, arcoíris, unicornios y anillos de diamante, él ya te desnudó mentalmente y te hizo el amor encima del sofá en todas las posiciones del Kamasutra y otras tantas que se acaba de inventar. Esté considerando tomarte en serio o no, #ÉlSeQuiereAcostarContigo

Tus preguntas son: “Tiene pinta de ser simpático y cariñoso, ¿será que es así?”, “por su ropa se ve que es trabajador, ¿tendrá un buen puesto?”, pero las de él son: 1. Si quieres irte a la cama con él, y 2. Qué tendrá que hacer para irse a la cama contigo.

Esas son sus dos misiones, ¿por qué crees que atravesó una jungla de codazos y empujones para sentarse a tu lado en la discoteca? Ellos no son como nosotras, que conversamos en un bar por el simple agrado de una plática amena; si les gusta lo que ven, ellos tratarán de obtenerlo, y si no, no se acercan a gastar palabras. Así de simple.

Por consiguiente, amiga, tus misiones son: descubrir hasta dónde está dispuesto a invertir para lograr su cometido, y dos, sacar la máxima utilidad posible a su interés, y ponerlo a tu favor.

Ojo: aquí no estoy hablando de dinero, sino de otras condiciones como atención, respeto, valores y compromiso. Sin embargo, recuerdo las palabras de un buen amigo conquistador: “un hombre a son de sexo paga lo que sea, desde hoteles hasta restaurantes, pasando por discotecas, pasabordos, joyerías y boutiques”.

El coach en seducción y habilidades sociales, Jaime Restrepom, “El Macho Alfa”, expone en orden de importancia, de menor a mayor, los tres sacrificios que hace un hombre para encantar a una mujer y llevarla a la cama: 1. Su dinero, 2. Su tiempo (deja de compartir con sus amigos para verte a ti), y 3. Su ego, una carta que se juega en casos extremos. “El ego se sacrifica cuando dejamos de hacer lo que nosotros queremos para complacerla a ella y darle la razón. Cedemos poder en busca de sexo casual o de una relación estable, en ambos casos puede aplicar”.

Conocer sus intenciones desde el primer contacto te da ventaja. Tu hombre está procurando averiguar si tu “precio” es exorbitante, negociable, o si puede tener el acceso que busca esa misma noche. Benefíciate de que ya lo tienes embelesado en el ámbito sexual para inclinar la balanza a tu favor, y obtener de él lo que deseas. En eso consiste el trueque, el intercambio de poder: ellos recibirán sexo, y nosotras, amor y detalles.

Ellos tienden a desear lo que no tienen, obtenerte se vuelve un desafío, y él pondrá sus mejores cartas sobre la mesa para triunfar. Y entonces, ¿qué debes hacer tú para ganar la partida? Tener un as bajo la manga, o más bien, bajo la tanga. Entre más te tardes en mostrar tu mejor carta, aumentará su poder.

Al revelar tu as antes de tiempo te arriesgas a perder su interés, y por ende, el juego completo. ¿O es que nunca has escuchado a un amigo decir “estaba tramado pero me lo dio muy rápido y eso me decepcionó”? Actúa como un tesoro y él no tendrá ninguna duda de que lo eres.

Ellos valoran más a la mujer que les costó más trabajo conseguir, que exigió creatividad en el proceso, que les implicó remar y remar. Vuélvete un bien escaso, como el regalo de Navidad que no puede esperar para abrir, y mantenlo un tiempo como un chiquillo que cuenta con ansias los días para que el parque de diversiones llegue a su ciudad. Imagina lo que sientes tú al ver ese par de zapatos irresistible en una vitrina, que parece cercano, pero bloqueado por una barrera de cristal que te limita y acrecienta el deseo de tenerlo.

La psicóloga Haychelt BenitoRevollo nos ayuda a contextualizarnos dentro del pensamiento masculino: “Los retos motivan al hombre. El impulso por conquistar va asociado a la naturaleza del macho alfa, donde la competencia juega un papel importante sobre su ego, y le exige llevar la delantera, marcar territorio y colonizar primero”.

Ya tienes clara la norma de #EsperarParaRevelarElAs. El siguiente paso es detectar si, aparte de acostarse contigo, quiere dar el paso a una relación estable. Si sigues este mini manual, podría apostar que se acabará tu frecuente monólogo “¿por qué siempre atraigo al mismo tipo de hombres que no valen la pena?”.

¡Tú puedes evitarlo si tomas en cuenta algunos aspectos que te están jugando en contra! Nos vamos a concentrar en erradicar los errores, así que anota, subraya y memoriza porque no repito y borro el tablero:

Luego de un tiempo de salidas sin contacto sexual, llegamos a un punto en el que él se verá obligado a tomar una decisión: apostarlo todo o retirarse de la partida.

El que no vale la pena pensará “ya llevo varios fines de semana saliendo con ella y no he obtenido nada a cambio. Además, no pienso cumplir con sus exigencias. Mejor paso con la siguiente”. ¡Voilá! Te evitaste el rollo con un cretino en potencia.

El que sí te merece toma otra posición: “Aunque no he tenido ningún acceso sexual, siento que me interesa mucho, incluso estoy empezando a quererla. Así que esperaré a que esté dispuesta a dar el paso y me seguiré esforzando hasta que se sienta lista”.

¿A cuál prefieres?

No obstante, la idea es mantenerte platónica, pero no imposible. Dale el sí a cuentagotas, y ve desbloqueando privilegios poco a poco. “Ante una mujer que no manifiesta ningún tipo de interés o emoción por nosotros, abandonamos el barco. Basta una pequeña luz de esperanza para mantenernos en la lucha”, apunta el “Macho Alfa”, Jaime Restrepo.

No esperes tampoco que te endiosen o te monten en un altar, y no pases por alto que ellos también se las saben. “Los Caballeros del Zodiaco murieron como cinco veces por Athena y a ninguno le dio la hora. Moraleja: no le demuestres que mueres por ella”, reza un post en la cuenta de Instagram del “Macho Alfa”, @machoalfaoficial

Bueno amiga, ahora hablemos de sexo. Ya estás desnuda y reposando de la faena, recostada sobre su pecho en la cama desbaratada. Te preocupa que él podría quitarse la máscara de príncipe y olvidar todo lo que prometió para conseguirte, o que el ‘polvo’ recién echado se esfume hasta desaparecer en el vacío, pero ya que dejaste pasar un tiempo prudente; tienes toda la varianza a tu favor para tenerlo lo suficientemente dominado a nivel emocional, como para que el sexo sea un nudo más que lo ate a ti.

Al no haber cedido fácilmente, lo estimulaste. Tus términos y condiciones le demostraron que él no era tu única opción, y que debía estar a la altura para ser el elegido. Esto ocurre si desde el principio te presentas como el platillo exótico gourmet, y no como el plato de segunda mesa.

“El interés se puede perder luego de una relación sexual anticipada, debido a que el sexo va relacionado con la satisfaction directa al placer: se te antoja un helado, te lo comes y puedes saciar tu necesidad. Por ende, este tipo de momentos no generan, en la mayoría de los casos, ningún tipo de vínculo sólido. En cambio, una mujer que no cede fácilmente se proyecta de manera positiva, envía un mensaje al hombre de ‘yo me valoro y tengo buena autoestima’, que lo motiva en el reto de la conquista resalta la especialista Haychelt BenitoRevollo.

A propósito de este tema, recuerdo una escena de “Juventud en éxtasis”, esa célebre novela empalagosa y moralista de Carlos Cuauhtémoc Sánchez. Efrén, un joven adepto al sexo casual, está acechando a Joana, la chica más atractiva de la facultad. Según la narración, él disfraza su ‘energía sexual física’ de ‘fuerza sentimental psíquica’. Para la fachada, le dijo que la quería, que era su mayor ilusión, y que la dibujaba en clases mientras contemplaba su belleza. Ella no tardó en darse cuenta de que el ‘amor’ de Efrén duró lo mismo que la estancia en el motel.

Con este ejemplo, asumo que hasta aquí vamos claras. Pero si nos vamos al caso en el que el sujeto no termina de convencerte aunque lleven un tiempo saliendo, ¡no te sientas comprometida a acostarte con él porque ya hizo una inversión monetaria y de tiempo! Eso ni en el verano más traidor. En la película “Cómo ser soltera”, la gordita Robin (Rebel Wilson) explica a su ingenua amiga Alice (Dakota Johnson) que las bebidas que invitan los hombres dentro de la discoteca son una especie de moneda que las chicas reciben a cambio de sexo. ¡Pero así no funciona contigo, compañera!

Tú no vales cinco cocktails, dos helados, tres entradas a cine y una boleta para ver en concierto al cantante de moda. El solo hecho de haberle dado la oportunidad, de haberte vestido y perfumado para él, ya vale oro. Si tienes dudas, o en definitiva no pasó todas las pruebas, es hora de presionar botón ‘eject’ y expulsarlo de la nave.

Por el contrario, si el tipo te fascina, respira hondo y exige un poco de tiempo antes de entregarte, al menos un mes y medio o dos meses. Así tengas el Niágara en tus panties, sométete a un poco de abstinencia para salir favorecida. Como dice mi abuelita: “Colócate una aspirina entre las piernas y no la dejes caer”.

En el filme “La otra Bolena”, basada en hechos históricos reales, el rey Enrique VIII de Inglaterra se divorcia de la reina María Bolena (Scarlett Johansson) y rompe relaciones con la Iglesia de Roma, para casarse con la hermana de su cónyugue, Anna Bolena (Natalie Portman) y consumar el matrimonio con ella.

Si un monarca fue capaz de semejante sacrificio con tal de conseguir un polvo con la mujer que logró atraparlo en su red de seducción, tu pretendiente puede hacer méritos durante unas cuantas semanitas. En resumidas, no lo dejes sin trabajo en la conquista, y conviértete en la presa huidiza y preciada, máximo trofeo del cazador. Ya yo empecé.

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