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Publicado 9 enero, 2018
Algunas parejas tienen suerte: a la primera conversación, al primer contacto, incluso, como en el cine, a primera vista surge la conexión y el deseo: eso que llamamos química. Así empiezan su aventura y así van.
Otras personas no la tienen tan fácil, claro, pero cuando llega la flecha del gusto no hay forma de quitársela de encima, y por eso viene el baile de la seducción, el cual ya sabemos en qué termina: una nueva historia de amor cuando “cae” esa persona querida.
Pero no todo es color rosa, mucho menos cuando las relaciones llevan cierto tiempo, porque es precisamente después de ese momento en que empieza a acechar un peligros enemigo: el descuido. Sí, con la costumbre y el cansancio puede llegar ese momento en que ya dejas de pensar en tu persona como una prioridad, y piensas que al tener pareja, no es necesario esforzarse de más tanto física como espiritualmente.
Este hastío con uno mismo es más que problemática, y por eso te tenemos cinco consejos, ideados con los criterios de la revista Cosmopolitan, para que ese vínculo tan especial que te une a tu pareja no sufra por nada ni por nadie.
No le hagas más ojos a ese cambio de look que querías
Renovarte no está mal si lo entiendes como una manera de sentirte en contacto con la idea de que siempre hay más. Instagram y otras redes están llenas de tendencias y las últimas modas: no las veas como exigencias, sino invitaciones a mejorar o probar cosas nuevas. Si no te gusta o sientes que no va contigo, no importa: siempre puedes volver a tu estilo anterior. Tu aseguramos que a tu pareja le encantará verte dedicándole interés a tu propia imagen.
Planes, siempre planes
Cierto, la casa es un refugio bastante placentero cuando se está en una relación consolidada. Esto no significa que el mundo exterior haya desaparecido, así que mantente en contacto con amigos, familiares, lugares que frecuentabas, en fin…Recuerda que puedes hacer planes con o sin tu pareja. Es una forma de mantener tu propia vida activa, y así evitar llevar algún signo de aburrimiento exterior a tu relación.
Tu tiempo vale oro
Una de las maneras más saludables de mantener una relación con bases sólidas es entender que, si bien los dos hacen uno, tú, como persona individual, también tienes mucho valor. Mantén tu espacio, siempre respetando a tu pareja, y demuéstrate que puedes contar con tu propia intimidad para seguir creciendo como persona, cultivando intereses y pasiones que sean meramente tuyos, enriqueciendo tu mundo, el de tu relación, y haciendo que cada reencuentro sea más mágico que el anterior.
Nadie los está obligando
Debes estar en una relación porque quieres. Bueno, porque ambos quieren. Es una decisión conjunta, en la que idealmente deben discutir sus espacios, límites y responsabilidades. Que tú tengas tu propio espacio significa que tú también le debes dar lo mismo a tu pareja. Si cada uno sabe que puede compartir con sus amigos sin verse forzado a hacer el papel de novio/a, entonces la salud de su compromiso irá fortaleciéndose con cada momento compartido juntos.
Tu criterio vale. ¡Demuéstralo!
Y si estar en pareja es tomar una decisión, tomar una decisión implica confiar en tus propios criterios. Eres una persona con criterios: coherencia, integridad, estabilidad, en fin, características ideales para emprender una relación en la cual haya confianza mutua y se note que las partes son personas que se estiman entre sí. De todos modos, siempre hay espacio para demostrarle a tu pareja por qué la escogiste, y por qué te escogieron a ti. No den las cosas por sentado, y entiendan que siempre hay espacio para mejorar.
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