Por primera vez en su historia, Balenciaga subió hoy a la pasarela de París sus diseños para hombre en una apuesta por revolucionar el mundo de la sastrería masculina, intento en el que también le acompañaron Facetasm y Walter Van Beirendonck.
El recién galardonado con el prestigioso premio para jóvenes diseñadores de LVMH, el japonés Hiromichi Ochiai, fue el primero en desfilar con su marca Facetasm, que ya había destacado en la pasarela de Tokyo antes de llegar a Francia.
Sus raíces no se quedaron lejos pues las palabras Tokyo y Facetasm se convirtieron en el logo de la marca, cosido, estampado y bordado en todas las prendas, calcetines incluidos.
La colección fue una oda al traje masculino aunque con finas chaquetas de sastrería y maxi pantalones, más similares a los que visten los raperos que a una vestimenta de oficina.
Es el nuevo hombre que lleva chaleco con camisa y calza deportivas, que mezcla estampados y colores sin miedo a lo que pega y lo que no.
Ochiai reconocía a la prensa desde el «backstage» que Tokyo es «siempre» su inspiración para combinar moda de alta calidad con la cultura de vestimenta juvenil que ve en la calle.
El diseñador no es el único preocupado por buscar una nueva apariencia masculina, como también demostró hoy el georgiano Demna Gvasalia en la que ha sido su primera colección de hombre para Balenciaga.
La intención de la marca fue crear una «nueva silueta de sastrería», resultado de una revisión por parte de Gvasalia de los archivos de Balenciaga: perfiles arquitectónicos, juego de volúmenes y proporciones y, sobre todo, pasión por el «savoir faire» de la moda francesa pudieron apreciarse sobre la pasarela.
Al mismo tiempo, la firma del georgiano marcó cada una de las piezas que destilaban ese aire urbano y su afición a recuperar la moda de los años 90, gestos que ya le han valido el éxito en su firma Vêtements que él mismo creó en 2014 junto a otros seis talentos del diseño.
«La tradición de la sastrería a medida es el equivalente masculino a la Alta Costura de mujer», recordó a los invitados una nota de la «maison» antes de comenzar el desfile de la jornada inaugural de la Semana de laModa de París.
Gvasalia introdujo varios guiños al modisto español, maestro de la aguja que sigue siendo una referencia para los jóvenes que entran en este complicado mundo, aunque en esta ocasión se refirió más bien a su personalidad, como su profunda religiosidad.
Estolas de seda, como las que usan cardenales y otras figuras eclesiásticas, vistieron los hombros de modelos que parecían llegar de misa. Fueron también los mismos proveedores de la Santa Sede los que, según informó la firma, han tejido las piezas que hoy exhibió Balenciaga.
El creador, de 35 años, fue nombrado director artístico de Balenciaga en octubre de 2015 tras la despedida de Alexander Wang, cuya relación con la casa no terminó de cuajar.
Divertida, satírica y colorista fue la colección de Walter Van Beirendonck, uno de los diseñadores más estimados de la nueva moda de hombre, cuyo desfile no quiso perderse el crítico Tim Blanks que siguió la propuesta desde la primera fila.
Bajo el misterioso título «Why is a raven like a writing-desk» (¿Por qué un cuervo es como un escritorio?), la presentación tuvo lugar en una nave industrial al oeste de París, cerca de Trocadero, donde Van Beirendonck combinó estampados setenteros, con detalles étnicos siempre en un tono jocoso.
De momento, Van Beirendonck ha sido el primero en apostar por el color: verde, naranja y rosa iluminaron la pasarela y lazos de rayas se convirtieron en las corbatas de esta versión estrafalaria del traje.
El diseñador no quiso hacer declaraciones tras el desfile pues tres frases elegidas por él mismo definen ya su apuesta: «Belleza brutal», «El folk del futuro» y «Reflexión a través de la destrucción». No hay más que explicar.
Mucho más clásica fue la muestra de Valentino que apenas se salió del guion en piezas de apariencia militar aunque muy discretas: pantalones de pinza gris se combinaron con sencillas camisetas blancas y el estampado de camuflaje se redujo a chaquetas y complementos.
Una colección especialmente accesible por incluir piezas básicas, como el tejido vaquero que protagonizó varios «total looks» con algunos efectos originales pero siempre moderados como mezclas en distintos tipos de azul o bolsillos sin terminar de coser.
Louis Vuitton, Issey Miyake, Rick Owens y Dries Van Noten serán los encargados de continuar este jueves con las apuestas de moda masculina para la primavera-verano 2017.
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