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Publicado 24 agosto, 2016
En 1866 Charles Goodnight, el vaquero más famoso de la historia, decidió crear una solución para que sus trabajadores pudieran alimentarse debidamente en medio de sus frecuentes travesías por el desierto texano. Para ello, tomó la más grande de sus carretas, le agregó un compartimiento adicional en la parte trasera y la acondicionó para transportar provisiones y ensamblar, a través de esta, una cocina portátil. El revolucionario invento empezó a ser copiado por los demás ganaderos y pronto se convirtieron en una institución en el ámbito agropecuario. Años después, en medio de la crisis del petróleo de los años 70’s, muchos restauranteros que no tenían medios para seguir pagando los locales de sus negocios empezaron a utilizar viejos camiones del ejército para cocinar y vender su comida por las calles de Nueva York, lo cual se convirtió en la opción preferida de los obreros y oficinistas.
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Hoy, los “food trucks”, como son conocidos, son un elemento más del paisaje urbano de las grandes metrópolis. Es común ver rodando estos enormes camiones por las calles de las más grandes ciudades del mundo, asediados por multitudes con mucha hambre y poco tiempo.
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Sin embargo, hace un par de años, cuando esta modalidad llegó a Colombia, se presentó con una intencionalidad diferente. Muchos chefs especializados y de gran experiencia vieron sobre estos vehículos la posibilidad de llegar a una mayor densidad de público, democratizando el acceso a la buena cocina. Es a través de ese propósito que se conciben las plazas de “food trucks”, espacios al aire libre que ofrecen una propuesta variada y confortable al consumidor que no sólo se convierte en una complacencia para el paladar, también habilita un sano espacio de interacción y disfrute en compañía de la familia, los amigos y la comunidad.
Conforme a ello, hace unos meses surgió “Villa SanTrucks”, un espacio único en Barranquilla en el corazón del barrio Villa Santos. Una plaza perfectamente acondicionada y que goza de una amplia zona de parqueo. Allí confluyen ocho camiones con variadas propuestas gastronómicas que van desde las comidas rápidas tradicionales hasta pastas y fusiones gourmet, pasando por sushi e incluso comida orgánica. Un espacio acogedor con una iluminación ferial, frecuentemente amenizado por talentosos artistas locales que se convierten en el complemento perfecto para concebir un espacio con una magia excepcional.
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Dichos camiones, especialmente ensamblados para cumplir con estas actividades, cuentan con las dimensiones adecuadas para un sano funcionamiento. Toda la operación se encuentra regulada por las normas instituciones de salubridad. Sus colaboradores también están cobijados por las normas laborales existentes. De modo que estos nuevos espacios no solo están contribuyendo a acercar a los consumidores a la alta cocina, sino también al desarrollo económico de la región. Por eso, se espera que este tipo de plazas empiecen a proliferar en la capital del Atlántico, y en el resto de la región Caribe.
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Si, por alguna razón, usted aún no ha tenido el gusto de probar las mejores delicias culinarias de Barranquilla, acérquese a Villa Santrucks y abrace una experiencia que de seguro dejará satisfecho a algo más que su apetito.
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