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MODA

Publicado 26 septiembre, 2016

Milán Fashion Week: Naomi Campbell desfiló para Versace

En el tercer día de desfiles de la Semana de la Moda de Milán, Versace apostó por una mujer que viste deportiva y de lujo.

Donatella Versace ofreció una selección repleta de diagonales, cortes asimétricos, elípticos y combinación de stretch, náilon, algunos en chándal, en una colección que elogiaba a la mujer, le pedía asumir «el mando» y lanzó a Naomi Campbell a la pasarela.

Negro dominante, azul y berenjena fueron los colores preferidos en la presentación sobre la «doble V» de la pasarela de la marca de la cabeza de medusa, aunque Campbell descendió del Olimpo de las top-model en básicos rojo-blanco azul y botas de motorista.

Guardapolvos amplios, fruncidos y asimétricos, toques de encaje y versiones del wrap dress, sin olvidar cremalleras y botones metálicos desde los hombros hasta los tobillos, y no solo Naomi, hicieron pensar en el Versace de los últimos años noventa.

Gigi Hadid vistió el nuevo estilo Versace para la noche: anorak paracaidista en náilon y seda, falda corta con bordados que serpentean sobre el cuerpo de transparencia, todo en azul.

Uma Wang no quedó con su propuesta de hoy muy alejada del tono dictado por el rey Armani: la primavera-verano próximos vienen inspirados en el desierto y las túnicas abundan en verdes, marrones, negros con toques de carmín y oro, listas y lunares.

Los tejidos: lanas rayadas con brocado, fieltro y lana encerada, tejidos militares y terciopelo con flores estampadas; los cortes: clásicos, con envolventes formas cocoon o faldas amplias al tobillo o más arriba, maxiabrigos y pantalones de talle alto.

La jornada había comenzado con Diesel Black Gold, con Andreas Melbostad sugiriendo una mujer femenina pero guerrera a un tiempo.

Es el momento para la firma del «vintage» militar sobre el fondo de un romanticismo sutil y que se explica con minivestidos en seda y gamuza con volantes y que busca inspiración en la corsetería, con aplicaciones de lencería.

Caminará la mujer imaginada por el creador noruego con sandalias de gladiador, deportivas o botas de tela.

Etro también expandió por Milán aromas étnicos y orientales con una sucesión de caftanes en diversas longitudes, combinados con amplios guardapolvos, y mostró chaquetas en brocado, ponchos, pantalones de motociclista e hizo desfilar a sus modelos sobre una sucesión de esteras.

La casa no olvidó sus estampados cachemir: las listas en varios anchos, longitudinales y oblicuas se combinaban en una versión bicolor del conocido diseño de la ameba; también sobre sedas que recordaban a la India y bajo y sobre capa con capucha de corte trapezoidal.

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