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ACTUALIDAD

Publicado 30 abril, 2020

Serie: Cuarentena y problemas del sueño

Capítulo 2: El enfoque de la Biodescodificación

En esta serie de artículos queremos acercarles los enfoques de profesionales de diferentes disciplinas con respecto a las afectaciones que el estado de cuarentena y aislamiento obligatorio para frenar el brote por COVID-19 ha generado en una parte integral de la vida cotidiana y que es una necesidad biológica vital para el ser humano: el proceso del sueño.

En cada uno de sus escritos encontraremos información valiosa desde su área de estudio, además de consejos útiles para afrontar las dificultades al dormir y lograr así un sueño reparador y de calidad.

Cómo el aislamiento y el sueño afectan nuestras emociones

Por Clara Ines Arango Robledo, Terapeuta en Biodescodificación Biológica

Para poder dilucidar las emociones desde la afectación del aislamiento y el manejo del sueño, con un prisma de la biología, podemos apreciarlas a través de uno de los tantos abordajes que no se descalifican entre sí, sino que trabajan en conjunto para permitirnos entender, acorde a nuestros preceptos y manejos personales, cómo el manejo de nuestras emociones es primordialmente necesario dentro de nuestra vida, vistas con un prisma de filosofía de la vida misma, para el mejoramiento y consciencia emocional particular. Esta es la biodescodificación.

La biodescodificación es una terapia de acompañamiento a un diagnostico especializado y en ningún momento descalifica la medicina y mucho menos hace manejo de medicación. Esta herramienta trabaja LA EMOCIÓN y contempla la teoría que expresa qué significan nuestras emociones y que nuestra creencia interactúa en nuestro cerebro acorde a los conocimientos y experiencias que vivimos.  Es así que, al no tener resuelta alguna situación en nuestra vida, activa la biología acorde a nuestra realidad, mostrándose como síntomas que determinan una enfermedad.

Esta terapia tiene su interés en curarse en consciencia, para de esta forma no volver a caer en el mismo problema. Con el trabajo en la terapia buscamos tomar consciencia del problema que lo origina, aquello que hace que, acorde a como cada quien maneja sus emociones en su estructura de creencias particular al vivir cualquier situación, active las emociones dormidas, lo que termina generando la sintomatología particular que afecta nuestra vida. En esta terapia actúan como complemento las diversas terapias alternativas tales como la PNL (programación neurolingüística), Constelaciones Familiares, Transgeneracional, Psicomagia, Hipnosis Ericksoniana y todo aquello que de una u otra forma trabaja con las emociones en la persona.

La búsqueda de los códigos biológicos (experiencias vividas antes, vida actual, primera infancia, proyecto sentido-papas o el transgeneracional-abuelos) que se encuentran detrás de los síntomas, su identificación y la comprensión emocional que los activa, nos permite entender cómo se vivieron en el instante que se dio la situación; podemos procesarlos mentalmente, lo que equivale a la TOMA DE CONSCIENCIA y lo que a su vez nos da una respuesta de sanación, pues estas circunstancias salen del inconsciente y no afectan más.

Todo ello está en nuestras mentes y, en realidad, no existe. Son pensamientos particulares creados desde experiencias, las cuales hemos creído dependiendo de la forma como las hemos vivido.

Con este preámbulo, podemos abordar cómo el aislamiento y proceso del sueño activan nuestras emociones e inician una serie de sintomatologías que nos afectan cotidianamente. Entre las consecuencias del aislamiento encontramos las más comunes y graves: la depresión y la falta de sueño. Otras consecuencias del aislamiento son: los problemas de aprendizaje, la atención y la toma de decisiones.

Cuando hay aislamiento se genera la depresión. Estas consecuencias corresponden cuando no nos relacionamos en nuestro entorno y nuestro cerebro no recibe el estímulo adecuado y por ello, no trabaja de la forma adecuada.

Respecto de los trastornos en el sueño, podemos establecer la existencia de miedo el cual genera la necesidad de mantenerse en alerta. Esto nos muestra emocionalmente una inseguridad que obliga la necesidad de tener un control permanente: VIGILAR. El querer controlar nos lleva a concluir que se debe aprender a soltar y aceptar adecuadamente la situación actual tal cual se presenta.

Cuando trabajamos en terapia los síntomas, buscamos que la persona entre a el sentir en su cuerpo, que focalice el lugar en el cual siente el sentir y que identifique cómo es ese sentir; que nos determine cuánto tiempo hace que lo siente. Logrando que en la terapia la persona tome consciencia de cómo se sintió e identifique que ese sentir pertenece al pasado, en ese instante que la persona toma consciencia de ello, libera totalmente la emoción oculta en el inconsciente y no vuelve a generar síntomas respecto del sentir original y tratado.

Estos son algunos tips para trabajar las emociones:

  • Identifica cuáles son los conflictos que ‘quitan el sueño’.
  • Revisa el día a día para reconocer cuáles son las situaciones de estrés que se reflejan por la noche.
  • Verifica que no tengas tareas por resolver o identificar si hay un tema que evitas constantemente porque te resulta angustioso o peligroso.
  • Vive el hoy y el ahora.
  • No pienses en el pasado para no traerlo al hoy.
  • No pienses en el futuro para tener aprehensión del mañana, lo que genera el miedo.
  • Sé amoroso contigo mismo y no te juzgues, acéptate tal y como eres.
  • Acepta que los otros viven lo que les corresponde y no tienes que vivirlo tú.

 

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