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Publicado 28 febrero, 2019
La reina del carnaval de Barranquilla 2019, Carolina Segebre Abudinen, está a puertas de los días más intensos de su reinado, después de uno de los períodos de precarnaval más largos de las últimas décadas. En medio de su agenda sacó un espacio para hablar con nosotros y compartir con nuestros lectores todo el espíritu cambambero que le viene imprimiendo a nuestras fiestas.
Carolina Segebre no es una figura que repentinamente surgió en el trono del carnaval. Desde hace años viene demostrando su trabajo y amor por la cultura atlanticense desde la Banda Departamental de Baranoa, la cual ya es una insignia de la música del Caribe colombiano a nivel internacional. Su compromiso no se ha circunscrito a la fiesta, ha llegado incluso a la reflexión de las mismas de un modo más profundo, como lo demuestra el haber cursado el diplomado Carnaval: Arte, Patrimonio y Desarrollo, liderado por la Fundación Carnaval de Barranquilla, Promigas y el Centro Cultural Cayena de la Universidad del Norte. Allí justamente se gestó ‘La caravana de la alegría’, una manifestación que ha pululado por muchos barrios de la ciudad, y que de momento se proyecta como la acción insigne de su reinado.
Para quienes hemos observado el trabajo que vienes realizando desde hace años, fue una verdadera sorpresa que no resultaras elegida Reina del Carnaval 2018. ¿Cómo lo recibiste tú? ¿Sientes que te aportó algo haber esperado un año más?
En este momento soy una de las reinas más jóvenes que se han elegido en los últimos años, y si hubiera sido designada el año anterior, habría tenido menos experiencia, menos oportunidad de seguir trabajando con nuestros artistas locales, nuestros artesanos, y nutrirme de todas estas cosas que te permiten dar lo mejor en esta experiencia. Tener un año más también me permitió adelantar mi carrera, y en este momento solo tengo pendientes las prácticas, lo cual me da toda la tranquilidad para asumir este reto con total entrega. Además, este año las cosas salieron mejor de lo que esperaba: es el año de Esthercita Forero y estoy feliz de hacer parte de este gran homenaje.
A propósito, ¿qué te gustaría que permanezca en la memoria de los barranquilleros con todos los actos en honor a “La novia de Barranquilla”?
Quiero que recuerden a Esthercita como una artista que nos dejó un legado musical inmenso, además de ser la gestora de uno de los desfiles más emblemáticos de nuestro carnaval. Por eso esta Guacherna será un gran tributo a ella. Milli Quesada estará cantando sus canciones en vivo, acompañada de la Banda Departamental de Baranoa.
Sé que fuiste testigo de la gestión del libro “Puentes musicales sobre el mar Caribe”, escrito por un grupo de intelectuales y figuras de la cultura y la música, entre los cuáles está tu padre, y que reflexiona extensamente sobre el trabajo de Esthercita. ¿Cómo impacta esa experiencia en tu disposición para este gran homenaje?
Fue una gran experiencia poder estar al lado de gente que estuvo tan cerca de la obra de Esthercita como el maestro Álvaro Suescún, Daniella Cura, entre otros. Mi papá, como embajador de Colombia en República Dominicana, organizó un gran evento en el que se homenajeó esa relación entre nuestra ciudad y la tradición musical dominicana. Fue realmente maravilloso ver cómo el trabajo de Esthercita tuvo tanto impacto en la música de otro país que tiene una cultura tan rica. Esto, por supuesto, me hizo sentir que mi designación justamente debía ser este año y me siento afortunada de que haya sido así.
Como todos sabemos, desde hace años eres parte de la Banda Departamental de Baranoa y esta va a acompañarte en todos sus eventos. Siendo el Carnaval de Barranquilla fruto de todas las tradiciones y costumbres que vienen desde nuestros municipios, ¿qué crees que le aporta a la fiesta que manifestaciones de los municipios empiecen a estar presentes?
Muchos de los “cambamberos” a los que estaremos homenajeando en este carnaval están presentes en municipios como Baranoa y Soledad, porque creo que es muy importante enaltecer el trabajo de los hacedores que están en todo el departamento, y no solo en la ciudad. Como dices, hemos recibido mucho de la cultura de los municipios, y reconocerlo hace parte de la conservación de nuestro legado e historia. La participación de la banda en todos mis eventos es imprescindible y sé que la gente se sentirá contenta con ello, porque es un patrimonio cultural que todos apreciamos.
Háblanos un poco de esta “Ruta de la alegría” que desde ya es una de las marcas insignes de tu reinado.
Es una caravana llena de música y alegría, que tiene como destino el hogar de cada uno de los “cambamberos” de nuestros barrios. La idea es visitar y recopilar historias de todas esas personas que son reconocidas en sus barrios por su alegría y el amor al carnaval. Personas que no son directores de comparsas ni hacedores directos del carnaval, pero que también hacen un aporte promoviendo el bienestar y la alegría de la comunidad. Este también es un modo de homenajear todas las tradiciones y las manifestaciones.
Hace muchos años una reina no estaba frente a un carnaval tan largo. ¿Cómo te has preparado con tu equipo para cubrir un período tan extenso?
Es un trabajo muy grande. De hecho, en diciembre no tuve el espacio que generalmente tenemos libres las reinas. Barranquilla tiene muchos barrios y yo me siento en la responsabilidad de visitar cada uno, de llevar la alegría y el cariño que la gente merece de su soberana. Un carnaval largo es la oportunidad de llegar a más lugares, compartir con más gente y darles lo mejor de mí.
Desde tu designación seguramente has vivido muchos momentos especiales y conmovedores. ¿Cuál ha sido ese instante que te ha mostrado a cabalidad cómo viven y sienten el carnaval los barranquilleros?
Fue una vez que fuimos a visitar a un cambambero con la caravana en el barrio 7 de Abril. Cuando llegamos, todos los niños salieron a recibirme, todos se peleaban por saludarme, me llevaban la pollera porque no querían que se me dañara, yo les decía que no le pasaba nada, pero ellos querían hacerlo de todos modos. Me impactó mucho ver cómo los niños desde pequeños aman nuestra fiesta, al punto que muestran ese cariño por la reina y esa alegría de tenerla en su barrio. Ver cómo la gente nos cuida y son atentos con nosotros demuestra que el carnaval tiene el poder de sacar lo mejor de nosotros, en cualquier parte de la ciudad.
¿Cuál es el desfile con el que más sueñas?
Definitivamente La Guacherna. Ese gran homenaje a Esthercita será un momento muy especial para mí. Además, como la reina siempre va caminando, es lindo poder acercarse a la gente. También sueño con los desfiles en la Vía 40 dando lo mejor de mí para todos los barranquilleros… Sueño con todos.
El ajuar de una reina del carnaval es sumamente importante porque recrea y transmite la personalidad y los íconos que ustedes desean resaltar para todos los espectadores. ¿Qué estaremos viendo a través del tuyo?
Mucha tradición. Como vieron, el del bando fue un homenaje a ‘Paragüita’, el fundador de las marimondas del Barrio Abajo que nos dejó el año pasado y que merece todo el reconocimiento por su gran trabajo. Respecto al de coronación no te voy a adelantar mucho, pero quiero hacerle un homenaje a las flores de nuestra ciudad: la lluvia de oro, las trinitarias, las cayenas… en sí, creo que todos mis vestidos estarán haciendo un reconocimiento a la esencia del ser barranquillero.
En el carnaval intervienen muchos hacedores anónimos que son quienes hacen posible el carnaval. ¿Cuál has conocido que crees que merece un particular reconocimiento?
José Llanos fue Rey Momo del Carnaval de Barranquilla. Pero a pesar de ese gran reconocimiento creo que es poco para la gran labor que hace todos los años. Desde niña visito con mi familia su casa en Galapa, y allí he sido testigo de la pasión y el esfuerzo que imprime en la fabricación de las máscaras de carnaval, sus artesanías. Por eso las he incluido en mi ajuar. Su hijo, que será su sucesor, es un gran pintor. Son personas que siento que realmente han tenido mucho que ver en mi pasión por el carnaval, porque he visto cómo lo viven y sienten a través de una vida entera.
¿Cómo aspiras ser recordada por el pueblo barranquillero?
Quiero que me recuerden como la reina que llegó a todos los rincones de la ciudad, llevando la alegría y la cambambería a la puerta de su casa.
PREGUNTAS RÁPIDAS
¿Qué significa ser cambambero?
El cambambero es la persona recochera, forolera, que está en todas, que no se pierde una, que siempre anda con su camisa colorá, con su mochila y su sombrero, que tiene un disfraz en su casa para gozar el carnaval. Es una persona que, además de ser amante de nuestra fiesta, piensa en el bien de su comunidad, la protege y colabora en cuanto puede.
¿Cuál es tu instrumento favorito?
Me encanta la tambora.
¿Y la tocas?
Más o menos…
¿Cuál es la danza que más te emociona?
La cumbia. Cuando la gente grita “güepajé” se me erizan los pelos.
Una reina del carnaval por la que sientes una admiración especial
Marcela Dávila. Su carnaval fue cuando pasamos por lo del Canal del Dique, así que le tocó un carnaval muy duro. Ella tuvo muchas limitaciones porque todas las empresas estaban concentradas en colaborar con la crisis. Aun así, ella sacó adelante su carnaval. Su lema fue “El carnaval solidario” y con ello ayudó mucho a su departamento.
¿Qué estará en tu mente ese sábado en la vía 40?
Mucha emoción. Fue en una Batalla de Flores cuando mi sueño comenzó también, en el 2013, cuando salí por primera vez con la Banda Departamental de Baranoa. Todo me causó mucha ilusión y fue entonces cuando decidí que algún día estaría presidiendo la fiesta.
