Abres el bolso de tu mamá sin que se de cuenta, te pintas la boca a escondidas, te pones sombras en los ojos y sales de su cuarto. Crees que no se dará cuenta pero en realidad tu mamá lo ha visto todo. Ella siempre estará presente en ese momento y en los más importantes de tu vida. Tu primer lipstick, base y perfume seguro fueron comprados por ella; cuando entraste en crisis por no saber cómo maquillarte para tu primera fiesta, ella probablemente te salvó. En la playa, te llenó de bloqueador. Cosa de la que no estabas muy feliz pero que seguro hoy agradeces.
Las mamás siempre estarán ahí para ti y te darán los mejores consejos. Durante la pubertad harás caso omiso a la mayoría de ellos, pero cuando creces entiendes el por qué de todos e incluso se los contarás a tus amigas y en un futuro, a tus hijas.