Oops!... Lo sentimos, este sitio se ha desarrollado para navegadores modernos con el fin de mejorar tu experiencia.

Para que lo puedas disfrutar es necesario actualizar tu navegador o simplemente descargar e instalar uno mejor.

MODA

Publicado 30 septiembre, 2019

El pañuelo de seda azerbaiyano, una tradición a la moda

El pañuelo de seda «kelagayi», prenda tradicional de las mujeres azerbaiyanas, más allá de un accesorio de moda, es una de las señas de identidad nacional, reconocida por la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

«El ‘kelagayi’ es una obra artesanal única. En primer lugar, la distinguen los materiales de su confección, las distintas variedades de seda fina», cuenta a Efe el pintor, tapicero y experto en arte azerbaiyano Eldar Mikailzadé.

Según Mikailzadé, el pañuelo produce un placer estético al incluir en su diseño elementos ornamentales azerbaiyanos como la «buta» (lágrima curvada), pájaros o flores.

«Todas las regiones del país tienen sus variantes singulares del ‘kelagayi'», agrega el experto.

Se trata de un complemento clave en el armario de las azerbaiyanas y una prenda que cobra cada vez más popularidad entre las turistas que visitan este país de mayoría musulmana, bañado por el mar Caspio.

«El ‘kelagayi’, a diferencia de otros tocados, le sienta bien a todas las mujeres, por eso es muy solicitado por las turistas», asegura.

Además, los pañuelos de seda azerbaiyanos tienen también un valor práctico porque sirven como para proteger tanto del frío como del calor como para abrigar la cabeza, dependiendo de la temporada.

Mientras, como la seda se caracteriza por ser un material duradero, las dueñas del accesorio, que combina tradición con la moda, podrán presumir de él durante mucho tiempo, subraya el experto.

Los hay de distintos colores. Las mujeres mayores llevan un «kelagayi» negro en señal de luto y en la vida diaria suelen cubrirse la cabeza con un pañuelo blanco.

En las bodas tradicionales, la novia se cubre con un «kelagayi» rojo, pero entre las jóvenes azerbaiyanas también son muy populares los de tonos azul, púrpura o verde.

Inicialmente los pañuelos azerbaiyanos tenían una forma cuadrada, y un tamaño de 150 por 150 centímetros, aunque en la actualidad esas reglas ya no se aplican con tanto rigor.

En el montañoso pueblo de Basgal, a 150 kilómetros al noroeste de Bakú, se sitúa uno de los centros de fabricación de los «kelagayi».

El artesano Abbasalí Talíbov, de Basgal, que heredó de su padre y su abuelo la técnica de la fabricación del «kelagayi», la traspasa ahora a su hijo de 16 años.

Talíbov cuenta a Efe que para decorar un pañuelo, con un molde especial se imprime en cera el dibujo sobre la seda y el «kelagayi» se tiñe del color principal.

«Luego la cera se quita y, si queremos, dejamos el dibujo en blanco o lo pintamos en tonos más pálidos que el color principal», explica.

Este artesano puede confeccionar unos 15 pañuelos en una jornada, dependiendo de la demanda.

Algunos de los moldes de acero y de madera se conservan desde tiempos inmemoriales y todos guardan un mensaje especial.

Por ejemplo, la gran «buta» simboliza el Sol y el cumplimiento de los deseos, y la doble «buta», el amor y la fidelidad.

El maestro suele plasmar en el pañuelo sus deseos para su futura dueña, por eso no hay dos «kelagayi» iguales, afirman sus creadores.

En Basgal se encuentra también un museo del pañuelo azerbaiyano, donde los visitantes pueden conocer su historia, ver sus variedades y hasta presenciar el proceso de fabricación de esos tesoros de seda.

La jefa de la cátedra de Género y Psicología Aplicada de la Universidad Estatal de Bakú, Rena Ibraguimbékova, cuenta que el «kelagayi» simboliza «el honor de las mujeres azerbaiyanas, la paz y el bienestar».

Ibraguimbékova recuerda que unas investigaciones realizadas a finales de los años noventa concluyeron que el arte del «kelagayi» se estaba perdiendo, pero que gracias a sus esfuerzos, apoyados también por las autoridades, la antigua prenda recobró nueva vida.

Y su inclusión en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, en 2014 fue el impulso definitivo que devolvió el pañuelo de seda a la vida cotidiana de la sociedad azerbaiyana.

Comments

comments

AQUÍ

  • Publicidad

  • Publicidad