Destacados
Publicado 16 diciembre, 2015
Su más reciente disco, “Amanecer”, llegó a las manos de Will Smith, quien desde hace más de 10 años no cantaba. Cuando Will escuchó la canción “Fiesta”, simplemente quiso buscar quiénes eran los cantantes y cantar con ellos. Unos meses después, su colaboración le dio la vuelta al mundo y hasta los llevó a presentarse juntos en los pasados Grammy Latino en Las Vegas.
SIMÓN:
Otra vez la mezcla de ritmos colombianos lleva nuestro país a contagiar al mundo…
Es la idea: expresar la música con la que crecimos, que no solo era la música folclórica sino miles de ritmos. Colombia es un país muy híbrido, muy multicultural desde sus orígenes. Nosotros crecimos escuchando nuestra música tradicional y hasta la música electrónica, el rock, el reggae, la salsa, el hip hop; es un país muy diverso.
¿Qué tanto tiene que ver Carlos Vives con toda esta mezcla?
Mucho. Él no es el primero, porque en los años 70 también hubo mezclas, pero él logró llevarlas a nivel internacional partiendo del vallenato. Tiene unos discos increíbles y lo admiramos. Es un gran amigo de la banda, todo lo que ha hecho alrededor de la música es increíble.
LILIANA:
La Sierra Nevada está presente en sus videos. ¿Qué tanto influye en los ritmos suyos?
Mucho. Esa conexión con la raíz, según los kogui, es el corazón del mundo, y sobre todo en este álbum se nota mucho la influencia. Yo tengo mucho esa brisa y esa cultura porque soy de Santa Marta, eso se nota en mis letras. En este disco hay una canción llamada “Raíz”, que es de la Sierra, de la playa, del Parque Tayrona.
¿Estás de acuerdo que hayan cerrado una parte del Parque Tayrona?
Me gusta que ese pedazo del parque esté cerrado, ojalá que lo dejen así por uno o dos años más. Es que los indígenas tienen razón. Hay que dejar respirar ese tipo de sitios. Yo, que he ido desde pequeña, sé que la energía ha cambiado mucho, la gente a veces es muy irrespetuosa, deja muchas basuras. La gente en Colombia no tiene todavía la cultura de parques naturales. Ojalá lo cuidemos para que permanezca entre nosotros sin estar lleno de bolsas de papas.
